Papá, dame la mano que tengo miedo, de Leopoldo María Panero
Leopoldo María Panero hace tiempo que me parece el mejor poeta en español vivo, Su prosa poética vuelve a ser torrente pasional de dolor y de herida. Junto a Rimbaud, a Lautréamont, a Nerval, esculpe sus palabras contra el abismo que lo sustenta. Panero salmodia su "temporada en el infierno", desde donde nos sacuden sus palabras. El alma, tras leerlo, duele y se agita.
Un libro que no debéis dejar de leer.
Cito:
Mi alma no es más que vejez y un río en la noche, un nudo de asfixia verde en la garganta, una imposible proximidad, una terrible dulzura de almas que gimen bajo el viento; una "Muerte de Virgilio" que nunca termina, una novela sin diálogos y sólo terror en la sombra, una araña que teje su propia desdicha, una telaraña de desdichas donde los pájaros se restriegan los unos contra los otros, gimiendo por la flor de una bofetada, de una bofetada del loquero, de una flor en la sombra (p. 26).
3 comentarios
Ático -
dicen que la mujer es bella
y mienten.
Sin embargo tu eres bella como de la mujer
dicen los libros y las leyendas.
Y pensé en besarte al amparo de la muerte
única segura compañera.
Y eyaculé sangre pensando que me amabas.
(Del poema: En mis manos acojo los excrementos)
Gabriela -
Un abrazo, Fernando.
fgiucich -