Lou Andreas Salome, de François Giroud
Hace un año largo, mi hija pequeña me regaló esta biografía de Lou, de quien ya había leído algo hace tiempo. Aunque en su momento leí el libro que ahora reseño, no lo había mencionado aquí. Se trata de una biografía breve, que no incide demasiado en ciertos pasajes de la vida de Lou, como en su falta de atracción por el sexo (parece que sentía verdadera repulsión, que algunos han atribuido a una temprana violación incestuosa que habría causado también una anorexia, todo ello sin tener la más mínima prueba ni indicio. Como si no fuera lógico que una mujer principalmente preocupada por el intelecto fuera, al mismo tiempo, naturalmente reacia a atarse a un hombre: consideremos el tiempo en que vivió).
Lou procedía de una familia de judíos sefarditas que primero se instalaron en Alemania y después pasaron a Rusia, donde nació Lou en 1861. De clase alta, el padre recibió un título nobiliario de mediana importancia, y la única hija, menor de 6 hermanos, desarrolló una inteligencia deslumbrante y una duda metafísica religiosa. Como discípula del pastor protestante de San Petesburgo (la familia se había convertido al protestantismo en el siglo XVI), fue instruida tanto en temas teológicos y biblicos como filosóficos. Con Guillot, su primer maestro y su primer amor platónico, Lou inició los estudios que después intentaría proseguir en París, Berlín y Viena. Pero por desgracia para ella, el pastor se enamoró, le pidió su mano y ella, horrorizada, huyó.
Dsede entonces, un número apreciable de hombres de talento se enamoraron locamente de ella. Pero Lou no cedió. Incluso cuando aceptó casarse con Andreas, lo hizo bajo la condición de que el matrimonio fuera blanco. Y blanco permaneció hasta el fin de sus vidas.
A los 36 años, tras rechazar a Reé (que luego se suicidaría), a Nietzsche (que enloquecería, pero no por culpa de Lou, que oonste), a Zemeck, también suicida y a otros muchos, llegó Rilke, que se cree que fue su primer amor completo (otros se inclinan por Zemeck, de quien pudo tener un hijo si no hubiera sido porque Lou cayó oportunamente de un árbol y abortó y con quien Lou vivió intermitentemente durante once años). Luego vino una larga lista de psicoanalistas afectos, que probablemente gozaron de su alegría innata, de su inmenso talento y de su estimulante compañía, hasta llegar a la ternura y a la devoción que Freud sintió por ella.
¿Qué es lo sobresaliente de Lou? No fue una gran escritora, ni filósofa, ni siquiera aportó grandes cosas al psicoanálisis. Lou fue una mujer libre, consciente de su poder (basado tanto en su belleza como en su aire andrógino y en su soberbio talento e inmensa cultura), antifeminista ( o feminista heterodoxa, si se quiere), que vivió como quiso, que puso las bases de sus relaciones con los hombres y con el conocimiento, que impuso su punto de vista siempre, sin por ello perder el afecto, al amor y la admiración de los que la rodearon. Ése es el rasgo sobresaliente de Lou, mujer única, quizá sólo comparable, en autodeterminación, a George Sand. Su mejor obra fue su misma vida, su optimismo imbatible, su conocimiento de sí misma y de las necesidades de su alma y de su mente, su valor a la hora de luchar por lo que ella quería hacer e hizo, contra o con todos. Siempre. Con un par.
François Giroud, Lou. Histoire dunne femme libre, Fayard, Paris, 2002.
Los extractos de cartas que aparecen en el anexo (de Freud, Rilke y la propia Lou, se reproducen con permiso de Gallimard).
5 comentarios
gabriela -
Un saludo.
Carlos Morales -
Un saludo.
fgiucich -
Gabriela -
Ramon Balcells -
Que tengas tú también un verano fantástico, Gabriela!!!
Besos.