Pedro Almodóvar, Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2006
Felicidades cordiales y entusiastas al gran director, a Pedro Almodóvar, gran conocedor de almas femeninas y masculinas, al singular buceador de las emociones humanas. Posee una estética única, un lenguaje personal. En suma, es un artista. Puede gustar o repeler, pero no deja indiferente. Mi preferida es La ley del deseo, que considero su mejor obra, pero también me gustan mucho Átame, La flor de mi secreto y Habla con ella. Para mí la trilogía de directores españoles actuales la conforman Erice, Villaronga y Almodóvar, pero nuo cabe duda que el manchego ha conseguido concitar el interés internacional. Es un premio muy merecido.
De la web de la Fundación Príncipe de Asturias he sacado este fragmento:
Pedro Almodóvar ha sido galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2006, según hizo público hoy en Oviedo el Jurado encargado de la concesión del mismo. Su obra, enraizada en una sociedad española que se abría a profundos cambios, ha adquirido una dimensión universal a través de un lenguaje original de gran riqueza expresiva, capaz de sintetizar la complejidad humana. El Jurado de este Premio -convocado por la Fundación Príncipe de Asturias- estuvo presidido por José Lladó y Fernández-Urrutia, e integrado también por José Luis Álvarez, Fernando Argenta, Juan Cruz, Fernando Delgado, Isabel Falabella, Jorge Fernández Bustillo, José Luis Garci, Guillermo García-Alcalde, Jordi García Candau, Rosina Gómez-Baeza, Luis Hernando, Carlos Madera, Miguel Muñiz, Benigno Pendás García, Juan Ramón Pérez Las Clotas, Rodrigo Uría Meruéndano, Amelia Valcárcel, José Velasco y José Antonio Caicoya (secretario). Pedro Almodóvar, uno de los cineastas españoles más aclamados internacionalmente, nació en Calzada de Calatrava (Ciudad Real) en 1951. En 1967 se trasladó a Madrid donde trabajó esporádicamente como actor. Tras aprobar unas oposiciones, en 1969 ingresó como administrativo en la Compañía Telefónica Nacional de España, tarea que compaginó con sus aficiones cinematográficas. Entre 1974 y 1978 realizó varios cortometrajes y durante la década de los setenta se dedicó también al teatro, la música y las colaboraciones en revistas. En 1980 Almodóvar rodó su primer largometraje, Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón. La película resultó un éxito, lo que le permitió abandonar su trabajo en Telefónica para dedicarse por entero al cine. En 1985 fundó, con su hermano Agustín, la productora El deseo. A partir de entonces, produce sus propias películas y también las de otros directores. El éxito de Almodóvar como director se consagró a partir del estreno de ¿Qué he hecho yo para merecer esto? (1984), que la crítica ha considerado su mejor filme. Ha escrito y dirigido películas como Laberinto de pasiones (1982), Entre tinieblas (1983), Matador (1985), La ley del deseo (1986), Mujeres al borde de un ataque de nervios (1987), ¡Átame! (1989), Tacones lejanos (1990), Kika (1993), La flor de mi secreto (1995), Carne trémula (1997), Todo sobre mi madre (1999), La mala educación (2004) y Volver (2006). El largometraje Hable con ella (2002) fue considerado en 2005 como la mejor película de la última década por la revista norteamericana The Time. Su cine representa habitualmente una realidad marginal y suburbana, cargada de dramatismo. Además de escribir sus propios guiones y dirigir sus largometrajes, Almodóvar publicó en 1982 la novela Fuego en las entrañas.
Ha obtenido a lo largo de su carrera más de 40 galardones entre los que cabe destacar, dos Oscar: a la mejor película extranjera por Todo sobre mi madre, en 2000 y al mejor guión original por Hable con Ella, en 2003. Posee también cuatro Premios Goya: a la mejor película y al mejor guión original por Mujeres al borde de un ataque de nervios en 1989, y a la mejor película y al mejor director por Todo sobre mi madre en 1999. Además, en Francia ha ganado tres Premios Cesar: a la mejor película extranjera por Tacones lejanos en 1993, a la mejor película extranjera por Todo sobre mi madre en 2000 y a la mejor película de la Unión Europea por Hable con ella en 2003. En el Reino Unido obtuvo dos Premios Bafta a la mejor película de habla no inglesa en 2000 por Todo sobre mi madre y en 2002 por Hable con ella. En 2005 La mala educación recibió el Premio del Círculo de Críticos de Nueva York a la Mejor Película Extranjera. La Cinemateca Francesa, en colaboración con el Ministerio de Cultura y Comunicación francés, organizó en 2006 una exposición monográfica sobre el director manchego y una retrospectiva de sus películas.
12 comentarios
Ferre -
Ahora, lo de "mejor director de la historia"... hombreeee, entiendo que puede gustar mucho, pero ¿no es un tanto exagerado?
Claro que a mí tampoco me gusta el actual Pérez-Reverte (sí el de la Tabla, el Club y el Maestro), así que lo mismo tango que reconsiderar mi postura.
(reconsideración)
Vale, me mantengo en mis trece ymevoyantesdequemecrucifiquensaludosatodos;-)
Todo por el cine -
Todo por el cine español -
La lentitud... -
Para nada Gabriela, por lo menos en mi caso, no hay ningún extraño fondo para no admitir la valía de algunos casos que tienen un éxito relevante. Y uno, precisamente, es el de Pérez Reverte, que me parece un magnífico narrador.
Ni el éxito ni la marginación es mérito o demérito a la hora de juzgar una obra. Es obvio. Pensar lo contrario sólo obedece a determinadas falsas poses o imposturas que poco o nada tienen que ver con la obra de arte y su proceso creativo.
Naturalmente que Almodovar tiene un lenguaje propio, hasta Pedro Lázaga en sus comedias con Lina Morgan y Alfredo Landa lo tenía. Creo que es también algo obvio. Que pueda gustar más o menos o nada eso que suele nombrarse como "el mundo propio" de Almodovar es otra cuestión. Pero entrar tanto en el "mundo propio" como el lenguaje que ha ido depurando y haciendo "suyo" Almodovar para expresar el primero, nos llevaría a un debate (no sé si de gustos o no) que no tiene cabida aquí.
No creo que a Erice se le margine. Erice podría haber hecho cine si hubiera querido. El posicionamiento ético de Erice ante el cine y el arte es el vivir y vivirlo en la periferia. Naturalmente ello tiene un precio y conlleva renuncias. Esto no es mérito de nada, sólo es la constatación de una postura (no pose).
"La marginalidad no debe ser una descripción del lugar desde el que se escribe, sino una definición de la actitud ante la reflexión. El discurso marginal es el que coloca en el centro de la atención aquello que el discurso normal o dominante deja en los bordes, ya sea por demasiado obvio o demasiado espinoso. La reflexión debe ser porque si no, no es nada marginal por principio, pues siempre se sitúa ha de situarse como una mirada desplazada respecto a un objeto en constante pérdida."
Pido disculpas por la extensión. Un saludo.
Orfa -
Gabriela -
En cuanto a lo que dices, Lentitud, parece que hay un fondo extrañamente reacio a admitir la valía de alguien con éxito. Pasa con Pérez Reverte, también. Como si la marginación (injusta) fuese un mérito de la obra y no un demérito de la sociedad que no sabe valorar (como en el caso de Erice o Villaronga) o estimular y apoyar los proyectos de esos creadores. Creo que Almodóvar tiene un lenguaje propio, un estilo único, a la manera de (no digo que a la altura de) Kubrick o Lynch. Eso y una gran capacidad para emocionar. Sus fallos (para mí) están en el nivel de los guiones, que a menudo se le escapan, dejando historias sin terminar o introduciendo historias prescindibles e incluso personajes prescindibles, como el de Enrique en "La mala educación". En fin, sobre gustos no hay nada escrito.
Saludos cariñosos a todos.
La lentitud... -
Desde luego sólo es una opinión y apreciación más, y muy probablemente errónea.
Un saludo.
Paco -
fgiucich -
Loriana -
Un beso enorme.
Gabriela -
debolsillo -