Leonor de Aquitania, de Régine Pernoud
Por fin se reedita en español la traducción de este magnífico estudio de Régine Pernoud (1909-1998), en la que se revisa concienzudamente la trayectoria vital de esta mujer extraordinaria que fue Leonor de Aquitania. Denostada y adorada a un tiempo, Leonor fue ejemplo de cultura, independencia, audacia política y visión de estado en una época (la medieval) que ha sido mal conocida o recordada como época oscura (en parte a causa de la visión negativa que nos legó Petrarca) y que fue una época brillante y apasionante.
En la historia de las mujeres, la Edad Media no puede decirse que fuera negativa, al menos en lo que respecta al género, aunque sí lo fuera en cuanto a la clase social. Muchas mujeres de alta cuna destacaron en esa época, y entre ellas, Leonor no fue de las menos importantes. Heredera de los ricos feudos de Aquitania y del Poiteu, la reina que se casó dos veces con reyes manejó las riendas de la complicada política de su época con perspicacia, siempre defendiendo sus derechos territoriales y exportando la alta cultura de su tierra a los dos reinos a los que accedió por matrimonio: Francia e Inglaterra. Conservó también y defendió sus dominios para pasarlos a su hijo favorito, Ricardo Corazón de León, quien, tras la muerte de sus hermanos mayores, Guillermo y Enrique, era el soberano legítimo. Leonor luchó por conseguir el altísimo rescate que el Emperador de Alemania pidió para liberar a Ricardo y luchó también porque Juan sin Tierra, su hijo pequeño, no usurpara los dominios que le correspondían a su hermano mayor. La biografía incide especialmente en la etapa en la que Leonor, ya mujer, y tras el divorcio de Luis VII de Francia, casa con Enrique Plantagenet e inicia con él un largo reinado en Inglaterra. Al principio, nos dice Pernoud, en íntima colaboración con esposo, Leonor reina en Inglaterra cuando Enrique está ausente en sus tierras francesas, y es reina en Aquitania cuando Enrique está en Inglaterra. Ambos esposos viajan constantemente, y al alimón gobiernan sus estados. Quince años después, y tras el golpe moral que supuso la entrada en escena de la bella Rosamunda, Leonor se separa de facto de Enrique e inicia una campaña de desprestigio contra él, consiguiendo que sus vasallos continentales y sus hijos se alcen en su contra. Después de la época dorada de su matrimonio con el extraordinario Enrique Plantagenet, en la que incluso es capaz de acompañarlo en la Cruzada, Leonor se despega de él, lo reta. Más tarde sufrirá prisión y exilio a causa de ello, para renacer después de la muerte del esposo de nuevo con la grandeza de una reina madre que cuida y gobierna en nombre del hijo ausente.
Las turbulencias eran constantes en esta época feudalista, en las que las guerras, pequeñas y grandes, no cesaban de movilizar a los hombres. Europa ha sido siempre el escenario de cruentas guerras fratricidas, y lo fue también entonces.
La aportación de Régine Pernoud a la historia de Leonor de Aquitania es importante porque deja de lado los dimes y diretes que desde su propia época han venido empañando la labor política e histórica de esta mujer, centrándose en habladurías sexistas sobre sus amores, supuestos adulterios, supuestos amores incestuosos - con el padre de su esposo Enrique, por ejemplo,- y que se crearon sólo porque Leonor fue una mujer libre, hermosa y poderosa. Por tanto, muchos historiadores y cronistas se afanaron en ocultar la dimensión más política de su oficio de reina para poner el acento en su vida personal erótica. Naturalmente, como impulsora de las cortes de amor, de la poesía trovadoresca, Leonor estaba sujeta a la ficcionalización de su vida y a la idealización de su belleza y poderes femeninos en tanto que musa de tantos y tantos poetas cortesanos. Pero la historia tiene la obligación de separar literatura, leyenda y hechos reales, y no lo ha hecho bastante con Leonor. De ahí el interés de esta biografía, aparecida en Francia en los años sesenta.
No sólo es una biografía extraordinaria: también es una gran relato narrativo, pero no es una novela. Es Historia de la mejor.
Lo único que se echa en falta es un mapa de los reinos y feudos de la época.
Régine Pernoud, Leonor de Aquitania, El Acantilado, Barcelona (Traducción de Isabel de Riquer).
7 comentarios
Estefania -
Realmente fascinante y atrayente su historia, si tuviera la oportunidad, creo que debería leerlo :)
Muchos besos
Gabriela -
Gracias por el link. Y muchos saludos.
Ferre -
http://webs.ono.com/jgarciailla/doc/carmina.pdf
Mis disculpas,
Ferre
Ferre -
Y gracias también a tí, Isabel, yo tampoco sabía de la relación entre Leonor y los Carmina Burana. Ya he localizado dentro de la obra ese momento concreto que indicas (incluyo un enlace al texto y notas de la obra, con sus traducciones al catalén y al castellano... sólo hay que buscar la palabra "Inglaterra").
Saludos,
Ferre
Gabriela -
Besos.
isabelbarcelo -
fgiucich -