Los límites entre la realidad y la ficción: el caso de Madeleine McCann
Parece que todo el mundo tiene título de CSI (pero no de un CSI cualquiera: del CSI Las Vegas). Todos tienen una teoría, una hipótesis, unas certidumbres. La única certidumbre es que una niña desapareció en el Algarve portugués, lo mismo que Yeremi Vargas y que otros muchos niños, en España y en el mundo ¿Cuál es la diferencia? ¿Por qué Maddie centra la atención de todos los medios y hay gente 'enganchada' al caso Maddie?
En un mundo globalizado y tecnocrático, nada existe fuera del universo mediático ¿Es la razón por la que los amigos de Kate y Gerry McCann llamaron antes a Skynews que a la policía? ¿Porque quien no aparece en los medios, no existe?
La fascinación que se palpa en el ambiente acerca de este caso y no de otros similares se debe, según creo, a varios factores.
1) La bella imagen de la niña y esos ojazos que nos miran interrogantes desde la fotografía, publicada machaconamente por todos los medios.
2) La extraña actitud de los padres, que, a) dejan solos a sus hijos para irse a cenar, b) adoptan una estrategia mediática apabullante y c) recaudan más de un millón de libras no se sabe muy bien para qué.
3) La chapuza inicial de la policía portuguesa, que sólo después de mucho tiempo recoge pruebas decisivas en 'escenarios' completamente contaminados (como diría Grissom).
4) La duda razonable sobre una hipotética intervención de los padres en lo que podría ser un homicidio involuntario que no se ha podido probar.
Pienso que mucha gente se ha dejado arrastrar a especulaciones delirantes amparadas por los medios y por el bombardeo diario de 'noticias' que no son más que falacias.
Mucha gente se ha preguntado, a raíz de este caso, por lo que significa 'ser padres'.
La niña, para muchos de estos detectives improvisados, no es más que el detonante para dar su opinión sobre ello y proyectarse: 'Yo no soy así, yo no haría esto'. Hay tabúes. Uno muy fuerte es el parricidio. El misterio se agrega a este horror. No hay sólo escándalo social, también hay perplejidad ante la actitud de Kate y Gerry McCann. Pero esta actitud está mediatizada, los datos son inexistentes, basados en especulaciones interminables. A veces me pregunto si toda esta jauría mediática y social no desearía ver confirmadas sus sospechas sobre el matrimonio inglés. Su culpabilidad, a la postre, no vendría más que a confirmar que todos somos monstruosos, incluso los hermosos, rubios, bienestantes. En este contexto, el peor crimen no sería, para muchos, el crimen de la niña: sería el de no haber confesado los hechos en un primer momento, el haber emprendido una campaña falaz, el haber engañado a la opinión pública.
El caso de Maddie, desgraciadamente para la pequeña, se ha convertido en un capítulo de serie de ficción interactiva a través de los medios, de los sms a los programas, de blogs y de comentarios en los diarios.
En una hora, Grissom reconstruye y soluciona los misterios. Lo que desespera a muchos es que este caso probablemente no se resolverá. La frontera entre la realidad y la ficción se ha hecho tan delgada...
6 comentarios
María Elena R. -
porque murieron -del modo que sea-, porque se perdieron o se accidentaron o se los robaron (que es, solo en parte, desaparición), es SIEMPRE una desgracia, la mayor (intuyo) que pueda sucederle a una familia... y al mundo entero.
Carlos Morales -
Aprovecho para invitarte a
http://cartasenlanoche.blogspot.com/...creo que tú, unida por un hilo de seda a tantos secretos del pasado, sí podrás disfrutar de esta aventura...
Gabriela Zayas De Lille -
isabel barcelo -
Ferre -
Tema Maddie: A mí lo que me jode es que parece que es la única persona desaparecida. Ya les gustaría al resto de los familiares y amigos de otros desaparecidos tener la misma cobertura policial.
Saludos,
Ferre
fgiucich -