Tinísima, de Elena Poniatowska
Nos llega la biografía novelada de Tina Modotti a través de la edición de bolsillo de la editorial Era. Sobre Tina yo tenía, desde hacía muchos años, un precioso volumen, ilustrado con fotos de Weston y de la propia Tina, que editó el Fondo de Cultura Económica*. Como Tina pertenece a una época trubulenta, idealista, fecunda de la historia de México, es un capítulo que admite muchas versiones y me interesó conocer la de Elena Poniatowska, periodista y escritora que posee un estilo muy concreto, peculiar, coloquialista y fluido, que me gusta más en ciertos momentos (cuando transcribe el lenguaje popular mexicano, por ejemplo, en Hasta no verte Jesús mío o en La noche de Tlatelolco). Como novelista, en cambio, Poniatowska nunca me ha dejado satsfecha, aunque su éxito internacional sea grande. De todos modos, ocupa, por derecho propio, un lugar importante en las letras mexicanas.
De modo que cuando vi en la Librería Taifa de la calle Verdi, este voluminoso librito, me sentí tentada y naturalmente, caí. Qué menos.
Lo primero que me llamó la atención en los primeros capítulos fue la visión ultra-romántica que Poniatowska muestra sobre la relación de Tina con Julio Alberto Mella. asesinado en México cuando paseaba del brazo de Tina. Poniatowska describe el hecho como un cataclismo para la Modotti, enamorada hasta las cachas, sexualmente dependiente y anhelante del guapísimo revolucionario cubano. Y se extiende bastante, en tono más bien ditirámbico, sobre esta relación. A mí me parece por lo menos extraño que Poniatowska no haga mención, en el incio de su relato, de la duda razonable que planea sobre el crimen de Mella. Crimen que fue ordenado por el propio Partido Comunista a través de Vittorio Vidali, alias Enea Sormenti, Comandante Carlos, José Díaz, Carlos Contreras), quien fuera amante de Tina Modotti (alias María Ruíz). quien luego fuera ¿no es extraño? amante y compañero de Tina desde Moscú hasta su vuelta a México y su muerte, también sospechosa (me refiero a la muerte de Tina), de un ataque al corazón a los 46 años.
El crimen de Mella sigue siendo, en cierto modo, un misterio sin resolver, puesto que aparte de Vidali, no se llegó a saber hasta qué punto Tina estuvo envuelta en el complot. Los testigos del crimen dijeron que Tina y Mella no iban solos por la calle (como ella declaró en la Procuraduría), sino que iban acompañados de una tercera persona. Por otro lado, Tina declaró que ella tomaba del brazo a Mella, precisamente por el lado izquierdo, que es desde donde se hicieron los disparos que acabaron con la vida del revolucionario cubano. Vidali era un matón de Stalin y el probable asesino de Mella, así que ¿cómo se explica que Tina, enamorada del modo que narra Elena Poniatowska en su biografía, haya terminado compartiendo su vida con el asesino del hombre que, segín Poniatowska, tanto amaba?
En cuanto al resto del relato, para mi gusto es excesivamente prolijo. Tanto cuando narra su vida en común con Edward Weston (y sus idas y venidas de USA a México y viceversa), y sus crecientes contactos con el Partido Comunista Mexicano a través, sobretodo, de su relación con Xavier Guerrero, pintor mexicano y militante con el que también vivió hasta que éste marchó a la URSS. Fue entonces, cuando Guerrero estaba en Rusia, que Tina se enamoró de Mella y se produjo el atentado mortal. Finalmente, Tina fue acusada de haber intentado asesinar al Presidente y fue expusada de México, hecho que la llevó a exiliarse en Europa con Vidali. La verdad es que es entonces cuando las fotos de Tina pierden todo interés artístico y todo fuelle. Basta con ver las fotos que tomó en Roma, Berlín o Austria, que de ningún modo pueden compararse con las que hizo en México.
Más tarde, Tina volvió a México con Vidali, donde murió.
Poniatowska documenta todas las relaciones amistosas y amorosas de Tina en México exhaustivamente, con atención especial a la figura omnipresente de Diego y de su entonces mujer, Lupe Marín. Tina fue una de las modelos que con mayor asididuidad pintó Diego en sus murales. El libro mantiene el interés en la medida en que describe la efervescencia y los distintos niveles de compromiso social que existían en el seno de esa sociedad intelectual y/o comprometida en el México de los años 30 y 40 pero, una vez más, se excede y no profundiza. La suya es una narrativa superficial, aunque atractiva.
Finalmente, Tina se nos aparece como una mujer eternamente dependiente y eternamente domesticada y moldeada por sus parejas excepto, quizá, por su marido, Robo, que muere en México antes de que ella llegue. Por lo demás, Cuando vive con Weston, su principal motor es la fotografía, que éste le enseña, y cuando vive con Guerrero, con Mella o con Vidali parece que sólo sabe seguirlos o imitarlos en su entrega al Partido. Me queda la duda de si su relación con Mella es como quiere ver Poniatowska o si verdaderamente fue cómplice en sus asesinato como parece sugerir la relación posterior con Vittorio Vidali y con los sectores más doctrinarios del estalinismo, para los que el estilo de Mella resultaba tremendamente heterodoxo e inaceptable.
(Sobre la magnífica obra de Edward Weston se pueden consultar los volúmenes que en dos colecciones distintas le dedica la editorial Taschen. Yo tengo la versión pequeña, en la colección Icons, Colonia, 2001, en la que se encuentran los bellísimos desnudos que le hizo a Tina en la azotea de su casa y que por sí solos constituyen una obra de arte. Weston es uno de los grandes fotógrafos del siglo XX).
Elena Poniatowska, Tinísima, México, Era, 2006, 660 p.
* Mildred Constantine, Tina Modotti, una vida frágil, FCE, México, 1979 (traducción de Flora Botton).
9 comentarios
Brenda Mancilla -
El Tato -
Gabriela -
Felipe Zayas -
Gabriela -
Fernando, no sé, yo te recomendaría mejor "La noche de Tlatelolco", en que Poniatowska, grabadora en mano, transcribe las voces de muchos que vivieron aquella tarde infernal de represión y crimen de estado en 1968, cuando el gobierno mexicano decidió terminar radicalmente con el movimiento estudiantil a base de metralleta, represión a todos los niveles, tortura y cárcel. Para mí, un gran libro.
Gregorio, pues sí, aquí seguimos, leyendo, como siempre...
Licántropo, nooooo. Poniatowska no plagia nunca, es una escritora muy original. Te confundes, seguro.
Abrazos a todos.
licantropunk -
Saludos
Gregorio -
fgiucich -
Minerva o Atenea dilema es -