Blogia
arteyliteratura

Yehudi Menuhin (1916-1999)

Yehudi Menuhin  (1916-1999)

He contado muchas veces que mi madre recibía revistas de música, de literatura y el National Geographic, revista por la que siento una debilidad enfermiza. De chica leí un artículo que me gustó mucho, sobre un violinista que había sido un niño prodigio: Yehudi Menuhin. Su hermana también había sido una precoz concertista de piano y ambos debutaron, muy pequeños, en el mundo musical.
La casualidad hizo que pudiese acudir, muchos años después, a dos de los conciertos que ofreció en Barcelona, en el marco incomparable del Palau de la Música Catalana. Lugar mágico por sí mismo (yo pienso que posee el escenario más hermoso), y mucho más si consideramos que fueron las Suites para violín y clavecín de Bach las obras que se programaron. Entonces me fascinaba (bueno, y me sigue fascinando, Gustav Leonhardt, a quien también escuché, pero no en esa ocasión). El Palau de la Música Catalana es una de las principales salas de conciertos del mundo y está considerado como uno de los máximos exponentes del Modernismo, fue edificado por el arquitecto Lluís Domènech i Montaner entre los años 1905-1908. En 1997 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
No he olvidado ese concierto. Durante años escuché con fruición las Suites para violín de Bach. Oír a Menuhin fue un privilegio, aunque a ratos me pareció que la música le llevaba un poco de ventaja, que su respiración era demasiado acelerada, que quizá no staba en su mejor forma física. Esto no es obstáculo para admirar la entrega, la belleza de la conjunción conseguida en las seis obras que componen el ciclo.
Menuhin, de origen judío, fue uno de los grandes violinistas de su época. También pude escuchar a otro de los grandes, con quien se disputaba el cetro : David Oistrakh (y a su hijo, Igor, violinista también)Me encanta cómo toca Oistrakh a Brahms... En cambio, Isaac Stern se me escapó.
Menuhin nació en 1916 en Nueva York, y a los siete años hizo su primera aparición en público como solista de la Orquesta Sinfónica de San Francisco. Más tarde estudió con George Enesco y con Adolf Busch. En 1932, cuando tenía sólo 16 años, hizo una memorable grabación del concierto para violín de Elgar, dirigido por el propio compositor. En 1944 encargó y estrenó la sonata para violín solo de Bartók. Realizó frecuentes giras, a menudo acompañado por su hermana menor, otra niña prodigio, la pianista Hephzibah Menuhin. Él cuenta que su hermana empezó a tocar el piano casi al salir de la cuna. No es extraño. Más tarde dirigió la Bath Festival Orchestra, (que se transformó en la Menuhin Festival Orchestra). En 1963 fundó la Escuela Menuhin de Música en Surrey, Inglaterra. También tocó con el sitarista indio Ravi Shankar, que compuso Prabhati (1966) para él, en un disco que recuerdo haber escuchado por primera vez en casa de mi prima Paloma De Lille: East meets West, se llamaba, si no me engaña la memoria, mucho antes de viajar a Europa. Tenía un carácter alegre y a la vez meditativo, al parecer. Y no comulgaba con la visión que tenía Glenn Gould, aunque colaboró con él en algún proyecto, también memorable. Pero él pensaba la música de otro modo: como acercamiento, como paz de espíritu, como comunión. No tenía fobia al público, al contrario, disfrutaba tocando en las salas de conciertos y después, dirigiendo y no compartía las extravagancias de Gould, aunque le admiraba y llegó a entenderse con él, tras ciertos desajustes.
Hoy he visto el DVD en el que Yahudi y Hephzibah, su hermana, tocan a Franck, Bartók, Enescu, Schubert y Mendelssohn, y aunque no sé nada de música, he querido celebrarlo compartiendo con vosotros este video del maestro del violín a quien conocí de oídas por una revista, cuando yo debía tener 9 ó 10 años y a quien, quince o veinte años después pude escuchar. Y todavía recuerdo el gustillo.

Espero que lo disfrutéis a tope.

5 comentarios

Gabriela -

Fernando, a mí también me gustan todos los instrumentos de cuerda, y el clavecín, el oboe, en fin... todos los que están bien tocados. Un abrazo, Fernando.

Lety, voy a tus blogs cuando puedo, pero no siempre comento. No siempre tengo cosas que decir. Saludos.

letyricardez -

Querida Gabi: Por aquí estoy, siempre en espera de lo que escribes, que para mí es cursar un diplomado.
Te quiero mucho y te extraño

fgiucich -

Nuevamente, muchas gracias por regalarnos esta excelente historia musical. El violín es uno de los intrumentos que me transportan a otros mundos. Abrazos.

Gabriela -

Querida Lety, siempre he tenido muy buena memoria, pero por supuesto, para poner datos biográficos me documento. De hecho, no recuerdo el año exacto en que oí a Menuhin tocar las suites para violín de Bach. Y es verdad que yo no sé nada d música. Me gusta, he ido a muchos conciertos, pero no sé música, igual que no sé cine, aunque me guste mucho el cine y haya visto muchas películas. Besos.

letyricardez -

¿Bromeas verdad Gabi? \"No se nada de música\" me dices, después de que me dejaste patitiesa con ese alarde de memoria, nombres, citas, fechas... jejeje, quisiera compartir ese feliz desconocimiento... pero ahora lo importante, gracias por este regalo, los videos son un doble agasajo, visual y auditivo. Besos para tí