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Sobre mujeres mutantes: Dead ringers (Inseparables), de David Cronenberg

Sobre mujeres mutantes: Dead ringers (Inseparables), de David Cronenberg

Ha salido en los quioscos una doble entrega con Inseparables de David Cronenberg (1988) y Henry, retrato de un asesino (John McNaughton, 1986). Ambas son grandes películas. Este cineasta canadiense cuyas obras admiro consiguió en esta película una de sus mejores obras. A ello contribuye la excelente y matizada actuación del otrora excelente (y hoy en decadencia imparable) Jeremy Irons en el doble papel de Beverly y Elliott Mantle, ginecólogos cuya historia nos cuenta Cronenberg con absoluta asepsia. Cronenberg hace cine de terror, de eso no cabe duda, pero el suyo no es un cine de efectos especiales, sino de terror psicológico.

En primer lugar, en esta película se plantea el tema de la identidad o de su opuesto: la simbiosis de dos gemelos idénticos que sin embargo no poseen la misma alma ni el mismo carácter: frivolidad y aptitud investigadora en uno, capacidad médica y timidez social en el otro, en dos cuerpos tan iguales que sólo dos milímetros de estatura los distinguen. El equipo funciona con perfección absoluta hasta que entra en juego Claire Niveau, la actriz a la que Elliott seduce sexualmente, para después dejársela al tímido Bev, que se enamora de ella. Claire tiene un útero con tres cérvix: es una mujer mutante, según definición de Elliott. El obstáculo es ella, que percibe la diferencia intuitivamente, aun desconociéndola. Después, el conflicto de los gemelos va a solucionarse no por la vía natural, que sería la de admitir esa diferencia, viviendo sus dos vidas separadas, sino cayendo ambos por el túnel de la destrucción, incapaces de enfrentar cada uno la vida en solitario. La iniciación en este proceso proviene también de la mujer: el camino de la destrucción se transita a través de la drogadicción que destruye primero a Beverly y después, al solidario  Elliott.

La mostración de lo ginecológico como terrorífico: los trajes clínicos de color rojo, los instrumentos quirúrgicos creados por Bev, entre orgánicos y alucinantes, creados para separar a los gemelos idénticos según confiesa Bev a Claire al final de la película, más el contraste con la atmósfera azulada y fría del departamento, de la clínica o de las oficinas del hospital coadyuvan a crear esa atmósfera inquietante que atraviesa la película de principio a fin. Cuando Elliott, tras fracasar en su intento de desintoxicar a Bev, se intoxica con drogas, dice a su joven amante: Sólo tenemos que sincronizarnos los dos. El fin ya no es conseguir el éxito dividiéndose las tareas profesionales ni transferirse mujeres hermosas, sino moririse juntos, como Chan y Eng, los siameses que dieron nombre a esta anomalía: dos personas que son una: Bev y Elliott. La última escena, en que uno opera al otro para extraerle la identidad siamesa lo dice todo sobre el tema de esta excelente película. El ser dividido que debía haber sido uno, pero que, accidentalmente, dramáticamente, fue dos. La separación puede ser aterradora, dice Bev a Elliott antes de separarlo de sí mismo.   

La estupenda banda sonora a cargo de Howard Shore es quizá el único oasis de auténtica pureza que da el contrapunto armónico a esta desoladora película que, junto con M. Butterfly (también protagonizada por Irons y que un día no lejano reseñaré aquí), es una de las obras más logradas de este autor de culto que es el cineasta canadiense David Cronenberg.

 

Inseparables (Dead Ringers), Canadá, 1988. 115’ Director: David Cronenberg. Productor ejecutivo: James G. Robinson, Joe Roth, Carol Baum, Sylvio Tabet. Productor: David Cronenberg, Marc Boyman. Producción: The Mantle Clinic IT Ltd. en asociación con Morgan Creek Productions Inc. con la participación de Telefilm Canadá. Guión: David Cronenberg, Norman Soider, según el libro de Ban Wood y Jack Geasland. Fotografia: Peter Suschitzky, en color. Música: Howard Shore. Intérpretes: Jeremy Irons (Beverly y Liot Mantle), Genevieve Bujold (Claire Niveau), Heidi Von Palleske (Cary), Barbara Gordon (Danuta), Shirley Douglas (Laura), Stephen Lack (Anders Wolleck), Nick Nichols (Leo), Lynne Cormack (Arlene), Damir Andrei (Birchalí), Jonathan Haley (Beverly, niño), Nicholas Haley (Elliot, niño).

 

 

7 comentarios

angela teresa zarate saavedra -

eu acho legal ser mutante e eu tambem quero ser mutante de poderes poderosos

Gabriela -

Ferre, a í me gustó mucho desde La mosca. Durante un tiempo me fascinó Jeff Goldblum. No había visto la peli original. También Crash es estupenda... Saludos cordiales.

Ferre -

Cronenberg y su universo bizarro ganan con el paso del tiempo. En su momento se tendía a despacharlo junto a los peores subproductos de terror (a los peores, que no a los mejores), pero de unos pocos años al día de hoy, se le empieza a reconocer como un gran cineasta. ¡Bien!

Gabriela -

Querida Diana, nunca comprenderé los resortes de la distribución comercial. Que M. Butterfly no haya sido editada (todavía) en DVD es un misterio para mí. De la totalidad de la obra de Cronenberg y junto con Dead Ringers, la creo su mejor obra. La estupenda actuación de Irons y de John Lone, la historia (basada en -inconcebibles- hechos reales) y la sutilidad de las propuestas temáticas (de nuevo la identidad, esta vez, de género), el contexto de los dos mundos que se ignoran (China y el mundo Occidental)y cuya ignorancia permite el gran equívoco que gesta el drama...La verdadera naturaleza del amor, su invención como absoluto... Todo eso la hacen una de las pelis más complejas y más bellas de Cronenberg. El caso es que yo creo que al convertir en drama una historia que hizo reír a Francia durante todo el tiempo que duró el juicio real y el hecho de que la obra teatral original ya se hubiese estrenado en todo el mundo, especialmente el anglosajón, le restaron puntos a la hora de su estreno. Creo que no fue muy valorada. También cuenta la coincidencia de estrenarse casi al mismo tiempo que 'Adiós a mi concubina' de Cheng Kaige...todo ello influyó en que haya pasado hasta cierto punto desapercibida. Pronto hablaré de ella más ampliamente. Besos.

Gabriela Zayas De Lille -

Querido Portnoy, el universo de Cronenberg es inquietante. Especialmente en esta película, en la que en realidad el terror comienza con los créditos iniciales (fantásticos) y en la que el único efecto especial destacable es la duplicación de Irons. Más allá de eso, es uno de los pocos cineastas vivos que tiene una obra consistente, que le expresa y nos expresa. Metidos en este galimatías de la vida, lo que no dice Cronenberg, lo que sugiere y está en el fondo de sus obras son cosas que sabemos pero sobre las que no meditamos si no es incitados por autores como él. Es interesante ver de qué modo nuestro universo se enriquece a partir de esas propuestas (no literales). El tema de la identidad, el tema de la otredad. La verdadera naturaleza de la anomalía...todo eso es consustancial o inherente a lo humano. Y a la obra de Cronenberg, o sobre la verdadera naturaleza de lo extraño.
Un fuerte abrazo.

Diana Carolina -

Me gustan mucho esas películas de culto como las de Cronenberg y en cuanto a actores, Jeremy Irons me encanta.

M.Butterfly es una de mis películas predilectas. Ese tórrido romance y el final tan conmovedor, el monólogo y performance de Irons me llevó al borde del llanto.

Ya espero con ansia tu reseña, eh!

Un beso, Gabriela!

Portnoy -

Inquietante película... de todas las de Cronenberg creo que es la única que no me he atrevido a visitar de nuevo. No recuerdo apenas nada del argumento, pero sí esa sensación fría en la espina dorsal que pocas películas, ocos directores, son capaces de dejarnos.
un saludo