Blogia
arteyliteratura

Mi primera novela, El Rosario, de Florence L. Barclay

Mi primera novela, El Rosario, de Florence L. Barclay

Me conmueve pensar en el trabajo que se tomó mi mamá para encontrarme una novela adecuada cuando yo era una niña. Yo fui una devoradora de libros desde que tengo recuerdo; ella me compraba biografías de hombres y mujeres ilustres o narraciones históricas, cuentos infantiles, leyendas, mitología adaptada para niños (recuerdo especialmente Los doce trabajos de Hércules), libros con las películas de Disney (mi favorito era La bella durmiente del bosque, que,  en su versión cinematográfica vi doce veces en el cine Continental de la colonia del Valle), historias de religión, como la vida de Santa Casilda, que tenía unas ilustraciones preciosas. Cosas así. Pero un buen día pedí, supliqué (como diría Caridad Bravo Adams), una ¡NOVELA! Todavía no había yo descubierto los tesoros de la biblioteca de mis abuelos, de donde robé después libros completamente inapropiados, como La Divina Comedia, la biografía del poeta Shelley escrita por André Maurois o los Diálogos de Platón, en esas ediciones de tapa dura, papel grueso y grabados que mandó hacer el filósofo José Vasconcelos para ilustrar a los mexicanos en la cultura clásica y universal después de la Revolución y que mi abuelo, como amante de la buena literatura, había coleccionado.

Y mi mamá se debió de tomar su trabajo: me regaló El Rosario, de Florence L. Barclay, novela publicada en 1909, cuya primera edición ilustra esta entrada. La he vuelto a leer recientemente* : la nostalgia es una forma de amor. Se trata de una obra claramente romántica, pero de un romanticismo religioso, cristiano, en la que no hay ni un solo beso. No sé cómo se las arregló la buena señora Barclay para escribirla así, y que sin embargo siga siendo un canto al amor humano, eso sí, teñido de esperanzas en Dios y su bondad, misericordia ¡y en la que el héroe canta sin asomo de timidez el Veni, Creator Espiritus a cada rato!

(En lo que sigue hay spoilers, pero no creo que importe, porque la novela no está editada recientemente en español).

No sé por qué no escogió Jane Eyre, ya puestos, porque esta obra tiene su aroma, si bien no su crudeza. La protagonista se llama Jane, y es también una mujer de rasgos comunes (plain, en inglés no significa lo mismo que fea, pero en castellano no hay adjetivo que traduzca este matiz). Recordemos el famoso monólogo de Jane Eyre cuando le dice a Rochester :"Do you think, because I’m poor,  plain, obscure and little that I’m soul-less or heartless?..." Jane Champion, como su homónima, no es la típica heroína hermosa. Es una rica y noble huérfana  de 30 años, decidida. deportista (la acción se sitúa vagamente a finales del XIX y principios del XX), que viste de Redfern, famoso modista inglés, pero que no tiene ni un asomo de coquetería. Nunca ha sido amada por sí misma, y no ha amado nunca, aunque su corazón guarda grandes tesoros de ternura y devoción. Su tía, la duquesa de Meldrum, organiza una de sus famosas reuniones en su casona de Overdene, en la que encontramos al héroe: un muchacho hermoso, joven ( 27 años), enamoradizo (pero igualmente casto), que pinta maravillosamente y cuyo carácter alegre lo hace parecer, a los ojos de Jane, como un niño grande algunas veces. Pero una noche, Jane canta en público y su alma se desvela ante Garth Dalmain, quien a través de esta revelación ve en ella a la mujer ideal, a la mujer única, y en una escena extraña, bañados ambos por la luz de la luna, le expresa su amor apasionadamente y la reconoce como su esposa. Jane reacciona con sorpresa y abraza a Garth para que no vea su cara, puesto que él es un adorador de la belleza y ella se sabe común. Naturalmente, Garth entiende que ese gesto significa un y cuando ella le pide tiempo para pensar su proposición, él accede, confiado. Al día siguiente ella lo rechaza, pero no le dice la verdadera razón: que teme que, confrontado cada día con su aspecto, él deje de quererla o se sienta torturado por la diaria visión de su fealdad. En vez de eso, le dice que no puede casarse con un chiquillo. Garth acepta esta negativa pensando que es indigno de ella, sorprendido ante sí mismo por haberse creído capaz de conquistarla y de ser su esposo, y desde ese día la elude, marchándose de la casas de los amigos comunes adonde ella llega, sin jamás coincidir con la torturada Jane. El mejor amigo de Jane desde su infancia es un reputado médico y psicólogo que, notando la depresión y la tristeza de su amiga, le ’receta’ un largo viaje por el mundo, que ella emprende. Tres años después, ante la magnificencia de la Gran Pirámide y ante la Esfinge, Jane reconsidera esta equivocada decisión y admite por fin que no debería haberse negado a Garth: decide volver a Inglaterra, buscarlo y reanudar la relación. Pero esa misma noche se entera de que Garth ha sufrido un accidente a consecuencias del cual ha quedado ciego.

Emprende el regreso a Inglaterra pensando en reunirse con Garth, pero Deryck, el médico, le hace ver que Dalmain no aceptará su lástima. Le da su punto de vista masculino: le dice que Dalmain pensará que ya que ella no lo quiso cuando él era un hermoso, rico y exitoso pretendiente, ahora le busca sólo por compasión. Deryck explica a Jane que ningún hombre acepta la compasión de la mujer amada y menos que nadie Garth, que tan valientemente se apartó de su vida cuando ella lo rechazara. Sin embargo, una feliz coincidencia la lleva a suplantar a la enfermera que Deryck había contratado para Garth. Durante la guerra anglo-boer (1899-1902), Jane había servido como enfermera en el frente y está capacitada para sustituir a miss Gray. Y allá va Jane, disfrazada de una sutil, pequeña y vaporosa nurse Rosemary Gray, para cuidar de su adorado. Al principio, el pintor se niega a admitir a la nurse, por la similitud de su voz con la de la mujer amada, pero se aviene a razones y ella se convierte pronto en indispensable para él.

Por supuesto y tras muchos avatares, Jane será perdonada porque ha sido amada siempre. Recupera su verdadera personalidad y revela al emocionado Garth que ha sido ella quien ha estado siempre a su lado, ciudándole y queriéndole.

La novela tiene muchos valores, entre los que destacan su sentido del humor, la bondad de todos los personajes (no hay un solo villano o mujer celosa que se atraviese en el camino de los protagonistas), y  trata de la poca importancia que tiene la belleza exterior, aun para el más grande de sus adoradores. Garth ama a Jane por encima de todas aquellas mujercitas extraordinariamente hermosas que se cruzan por su camino y que él pinta, porque ve en ella las cualidades internas que él espera de una esposa y futura madre de sus hijos. Y es fiel siempre a este amor y a esta certeza, a pesar de la negativa de Jane. Jane, por su parte, a pesar de que pone por encima de sus sentimientos esa inseguridad por su aspecto, es capaz, primero, de sobreponerse a ella (en Egipto), y después, de reconocer su equivocación: el amor de Garth no era un enamoramiento pasajero, no era un sentimiento superficial que pudiera ser olvidado en unos meses. Era un amor firme, maduro: un amor que reconocía el lazo que unía sus almas. 

Me siento agradecida a mi mamá por haberse tomado el trabajo de buscar una novela que era apropiada para mi edad (aunque después yo le hiciera trampas ocultando los libros inadecuados en el inmenso Atlas del National Geographic que me compró). Es un trabajo que todos los padres ( y profesor@s) deberían tomarse muy en serio. 

La música tiene un papel importante en esta obra. En primer lugar, como ya he mencionado, la del himno Veni, creator Spiritus, cuya letra es muy bonita y revela la esperanza de ambos personajes en momentos de dolor: 

 

Alumbra con la eterna luz las tinieblas de nuestros ojos;

unge y alegra nuestra humilde faz con la abundancia de tu gracia;

líbranos de nuestros enemigos, trae la paz a nosotros.

Siendo tú nuestro guía, ningún mal puede venirnos.

 

En segundo lugar, la revelación del alma de Jane se produce cuando ella canta una canción que mezcla religiosidad y amor humano y que da nombre a la novela: El Rosario, canción que estuvo muy de moda a finales del XIX y principios del XX, y que cantó - entre otros-, el famoso tenor italiano Mario Lanza. En la obra se alude constantemente a algunos de los versos como metáfora de las situaciones vividas por los protagonistas. Así, cuando Garth acepta la negativa de Jane, le dice que "acepta su cruz". Cuando ambos se refieren a los recuerdos de sus horas felices, repiten que ’cada hora es una perla, y cada perla, un beso’:

 

Como perlas prendidas de un hilo imaginario,

las horas que a tu lado pasé, mi corazón

las desgranó una una, y todas ellas son 

mi rosario, mi amor, mi rosario.

Cada hora es una perla y cada perla un rezo

para que Dios se apiade de mi dolor presente...

Yo las cuento una a una, hasta que al fin tropiezo

con una cruz pendiente.

Rosario del recuerdo, quemadura y fulgor,

breve luz en la sombra, sombra de aquella luz...

Beso todas tus cuentas, y pido a Dios valor

para besar la cruz, para besar la cruz.

 

Cuando Garth envía a la nurse Gray a buscar los dos retratos que hizo de su amada (La esposa y La madre), y ella, al contemplarse a través del amor que Garth le profesa y se ve a sí misma hermosa, casi divinizada por el amor de él, una de las doncellas canta un himno que también se relaciona con los sentimientos que ella va viviendo mientras contempla los cuadros:

 

Oh mi amor, mi eterno amor, no me abandones:

deja a mi alma que repose en ti,

y que a mi muerto corazón, la vida

más rica fluya por tu amor, así...

No me niegues la antorcha que otros días

con su luz mi camino iluminaba,

ni aquel rayo de sol que dulcemente

a mi cuerpo aterido calor daba...

 

Esa escena es trascendental porque hasta entonces, Jane había creído obrar bien, había creído actuar pensando en Garth, y no en sí misma. Pero al ver los dos cuadros, por fin comprende que él la amaba de verdad, y que a sus ojos, su rostro era digno de ser contemplado a todas horas y para toda la vida. Jane comprende que no es cierto que actuara movida por un sentimiento altruista hacia Garth, sino por miedo, por egoísmo, y que actuó equivocadamente. En ese momento decide arriesgarse y confesarle a Garth la verdad sobre su negativa (a través de una carta),  y desvelarle su auténtica personalidad, hasta entonces escondida en la falsa identidad de la nurse Rosemary.

Finalmente, una vez unidos y felices, ambos se acercan a la casa, huyendo de la luz de la luna, mientras Garth canta el Veni, creator, que había sido fuente de fortaleza para él en sus momentos de desesperanza.

En conjunto, la relectura de esta novela me ha resultado muy  interesante, porque a pesar de su carga religiosa veo en ella los valores que contiene, los del amor y la lealtad, los de la sinceridad y la profundidad de pensamiento y sentimientos. La obra juega constantemente con la idea de la luz y de la oscuridad, de la lucidez y la ceguera (del cuerpo y del alma); en ella, la verdadera luz es la del alma, no la del cuerpo. Y creo sinceramente que estos valores no pasan de moda. Se trata de una novela que se lee con mucho agrado, muy  rica en descripciones y análisis psicológico, con un buen estilo literario. Es una pena que no se reedite en español. La traducción es muy fiel y me gustan mucho, especialmente, las versiones en verso de las canciones. Es muy difícil traducir los versos y que la traducción contenga la musicalidad original, y en este caso, ese reto ha sido superado con creces.   

 

 

* Gracias a los servicios impagables de amazon.com y sus vendedores de libros de viejo, acabo de conseguir una edición de ¡1931! Pero es la misma traducción que yo leí de chica, aunque la mía era una edición de los años 60 que no tenía , o yo no lo recuerdo, tantas erratas.

 

Florence L. Barclay, The Rosary, IndyPublish.com, Virginia (USA), 2007.

Florencia L. Barclay, El rosario, Ediciones Edita, Barcelona, 1931 (traducción de Zoe Godoy y María Luz Morales).

 

15 comentarios

Gabriela -

Hola, Isabel María. Mira, está por unos cuantos dólares en amazon : el enlace es:
http://www.amazon.es/gp/offer-listing/B007EUA50O

Isabel María -

Mi mamá puso en mis manos "El Rosario" y toda la literatura que devoré entre los 6 y los 16 años. A partir de ese momento, nos aconsejábamos mutuamente nucha y buena literatura. Bien, retomando a la autora, FL Barclay, para mí su novela más turbadora fue "La aureola rota" una increible (pero convincente) historia de gran amor entre una mujer de 80 años y un joven de menos de 30. Presté el libro y no lo recuperé jamás. Figura en lugar destacado en mi lista de libros a recuperar para la biblioteca familiar. ¿Alguien sabe como localizar algún ejemplar? ¿Se ha reeeditado en Méjico? Gracias y saludos.

Gabriela Zayas De Lille -

Hola, Ana Lourdes Cabrera. Me alegra mucho que en Cuba se reedite con frecuencia. Y que se pueda conseguir on-line. Yo, como conté antes, tengo la edición inglesa y la española (muy antigua, de librería de viejo). Un saludo muy cordial y gracias por tu visita!

Ana Lourdes Cabrera -

Hola Gaby, resulta que estaba buscando el libro El Rosario en formato digital, que por cierto encontré en Mercado Libre (http://articulo.mercadolibre.com.ar/MLA-567152406-el-rosario-florence-l-barclay-formato-digital-_JM) y me he topado con este excelente escrito tuyo sobre una novela que adoro y que he leido muchas veces.
Quería contarte y ojalá algunas de las personas que pusieron sus comentarios anteriores pudieran ver el mío. Resulta que soy cubana y conocí el libro porque en Cuba lo han reeditado más de una vez, el mío es una edición del 2002. Hoy vivo fuera de la isla pero en mi librero está guardado junto a otro título de esta autora que también me gustó: Las damas blancas de Worcester.
Saludos
Ana

Ruth -

Gaby, no creía que hubieran madres como la mía, que rico!! ella también me buscó El Rosario y lo releyó y se extravió o lo prestó, no sé el caso es que no lo leí pero me lo contó, al leerte la escuchaba a ella...Después yo lo compré y se lo recomendé a una amiga por referencia de lo que me contó mi mamá...y nunca me lo devolvió ( en todo caso siempre me pasa, yo insisto que prestar y no los pido devuelta.) Por lo tanto no lo leí y siempre lo buzco, en Internet lo había buscado y no sé como no te había visto. Ha sido muy emocionante!! lamentablemente mi amiga falleció en Enero 2007, al mes mi hijo mayor (su ahijado) y en Septiembre de ese año mi mamá. No los tengo para compartir esta emoción, pero los del blog los reemplazarán... Mi hijo también se devoraba los libros, cuando desordenaba en clases lo "castigaban" donde el director, y ahí leía de un cuanto hay. Los profesores me decían parece que le encanta que lo castiguen. ¡Claro si le encanta leer...le decía yo. Después leía los ebook, eso no lo sé, a penas el PDF. Bueno, disculpen, muy lindo tu rincón. Y a la Jane también me la presentó mi mamá...Cariños y emociones para todos.

Gabriela -

Qué bueno que tu marido te la encontró. Es un placer duplicado releer como adulta lo que has disfrutado como adolescente! Muchos saludos.

Aurora -

¡Qué ilusión me ha hecho encontrar esta novela! Mi marido la ha buscado
en internet para mí, pues es uno de los libros que más recuerdo de los que leí con 12 ó 13 años, (ahora tengo 76) Era de mi padre y
lo leí en catalán y no recordaba el autor.
Saludos y gracías por el bonito resumen



Gabriela -

Bueno, gloriosa, en amazon.com yo conseguí un ejemplar de viejo, comoa punto en el artículo. Puedes probar ahí. Muchos saludos y gracias por tu comentario.

gloriosa -

Cuandoera adolescente lei el Rosario y quede impactada,al pasar el tiempo el libro se perdió. No sabia su autor, hoy lo busque en Google,para comprobar si esta obra no era novela rosa barata,pero oh, sorpresa es una excelente novela como siempre la valore. Excelente! Ojala pudiera conseguir una edicion.

Gabriela -

Gracias por tu visita, Nathalye, y por tu amable comentario. Yo también he leído muchas veces esta admirable novela, ya como niña, ya como adulta, y siempre la disfruto.
Un saludo cordial.

Nathalye -

Hola Gaby en realidad no has podido sacar mejor definicion de esta obra literaria como la del Rosario, es inspiradora y muy elocuente, la tematica es abundante, esta obra es bastante extensa en lectura pero poco eludible , no te puedes despojar de ella tan facilmente una vez que te adentras en su tematica , no quieres concluir , esta novela la he leido muchas veces y realmente es fascinate lo que ahi nos interpreta Florence.Gaby yo tengo la edicion en español y es muy especifica en sus textos , sin errores , felicitaciones por la veracidad que expones en tu blog

Gabriela -

¡Hola, Estefi! Qué alegría 'verte por aquí. Yo también me acuerdo con cariño de nuestras clases y nuestras charlas. Espero que estés pasando un verano estupendo, una vez liberada del estrés de la Sele.
Muchos besos.

Estefania -

Hola Gabi, soy Estefania! Hace poco pasé una velada muy agradable con mi familia y me acordé de ti :)

No recordaba la dirección de tu blog, y tuve que traspapelar mi cuarto de arriba a bajo pero lo conseguí!

He estado leyendo muchas entradas atrasadas y ha sido como volver a tenerte frente a frente en clase de literatura.

Mi película de disney favorita cuando era niña también era La bella durmiente y por lo que explicas de ese libro, a parte de que me gusta la historia, tienes razón en que visto lo visto podrías haber leído Jane Eyre.

Me gusta el punto de que se vaya a Egipto :)

Besos Gabs, espero que tengas unas buenas vacaciones y que leas mucho!

Estefania

Gabriela -

Querido Fer, un amigo me contó que leyó su primera novela estando castigado en un ático con un arcón donde había novelas de Baroja, Galdós y Blasco Ibáñez. Tampoco paró desde entonces.
Un abrazo!

Fernando Giucich -

La primera novela que leí, fue sacada una siesta de la biblioteca de mi tío. Se llamaba "La impura" de Guy de Cars. Relataba la historia de una mujer que descubría que estaba enferma de lepra. Un tema que a los doce años me impactó. Claro, después de haber pasado por Julio Verne, la Historia de los inventores, Corazón, De los Apeninos a los Andes, etc, me dí un porrazo intelectual que me abrió la cabeza. Y desde allí no paré. Abrazos.