Felicidad del instante

Salía de la Biblioteca del Mil.lenari con dos libros bajo el brazo: Suicidios ejemplares, de Enrique Vila Matas y Vida de poeta, de Robert Walser. El viento frío hizo que levantara el cuello de mi chaqueta nueva. Bajé por la pendiente lateral del parque, miré las torres del Monasterio de Sant Cugat y de repente, como una lanzada, sentí felicidad.

5 comentarios

[lanobil - 17 de noviembre de 2007 - 16:35]

Ser feliz en tu entorno es una ventaja que poca gente sabe conseguir. Un saludo y espero que puedas visitarme.

[gabriela - 17 de noviembre de 2007 - 08:45]

Fer, el paisaje que mira desde la Biblio hacia el Monasterio es digno de postal. Todavía, en este pueblo que quiere a toda costa ser ciudad, no hay ningún edificio más alto que esas torres de su Monasterio.

Gregorio, claro que sí. Todo tuyo.


Álvar, es así.


Abrazos.

[Álvar Cienfuegos - 16 de noviembre de 2007 - 23:51]

Conozco ese placer. Es como el que se siente cuando se inicia un viaje.

[Gregorio Luri - 16 de noviembre de 2007 - 20:28]

¡Eso es! Te copio el texto y me lo guardo.

[fgiucich - 16 de noviembre de 2007 - 19:33]

Esa felicidad que siempre llega en pequeñas dòsis. Abrazos.