Carlota Fainberg, de Antonio Muñoz Molina
Una nouvelle curiosa. A ratos, los anglicismos que trufan el discurso del profesor-narrador tras sus muchos años de estancia en USA como profesor auxiliar, se me hacen molestos. La historia, de todos modos, me atrapa. Dos hombres, muy diferentes entre sí, se encuentran en un aeropuerto. Sus vuelos de retrasan durante horas por una tremenda nevada. Claudio es el receptor de una historia de pasión desatada. La verborrea de Abengoa a ratos le parece agobiante, a ratos fascinadora. Un tono irónico satiriza, en un segundo plano, la vida académica. Es un plus.
Sin duda, lo mejor es el final que, ambiguo, nos lleva a reconsiderar un relato que hasta entonces no parecía fantástico.
Antonio Muñoz Molina, Carlota Fainberg, Punto de lectura, Madrid, 1999. (Sí, como tantos otros libros que tengo en mi biblioteca, lo he dejado reposar algunos añitos: ¡mea culpa!).
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Antonio -
Víctor Manuel -