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El quinto en discordia, de Robertson Davies

El quinto en discordia, de Robertson Davies

Mi librero, Ferran Pontón, me recomendó este libro y no es extraño porque fue premio de los libreros catalanes en 2006. Aparte de John Irving no he leído nada de literatura canadiense. Me he encontrado con un libro hermoso, bien escrito a la manera clásica, realista y descriptivo; dotado de un humor corrosivo y crítico hacia la sociedad que retrata y al mismo tiempo, un libro atravesado por un halo de melancolía y de nostalgia.

El quinto en discordia es la primera obra de una trilogía, la de Deptord, lugar de nacimiento del narrador, Dunstan Ramsay. No me cabe duda de que leeré los otros dos volúmenes que la conforman.

Un accidente trivial marca el inicio de la historia: un chico, Boy Staunton, lanza una bola de nieve con una piedra dentro a nuestro narrador, en un lejano día de infancia. La bola es esquivada y no da en el blanco. Golpea a la señora Dempster, quien se va a convertir, a partir de este hecho, en el eje sobre el que va a girar toda la existencia de Ramsay. A partir de aquí, la historia se centra en ese pequeño pueblo dividido no sólo por clases sociales, sino por las diferentes iglesias, la presbiteriana,, la anabaptista y la católica. Los dimes y dientes, la crueldad de los rumores, la intransigencia de unos, la bondad de otros, los sentimientos ocultos, todo se va desplegando ante nuestros ojos. La relación profunda que surge entre la señora Dempster y Ramsay a pesar de la diferencia de edades y la responsabilidad que él siente hacia ella marcan toda la primera parte de la novela. La dulzura de ella es un descubrimiento precioso para un chico oprimido por unos padres que son como dos extraños. Vínculos. Los vínculos misteriosos.

El otro eje sobre el que gira la novela, de muy distinto signo, es el que unirá a Ramsay con Boy Staunton: por oposición. Boy es brillante, guapo, rico y tiene mucha suerte: el reverso de Ramsay. Hay un poso de envidia y a la vez de desprecio: Boy no es lo que quisiera ser Ramsay y sin embargo, Ramsay lamenta no ser como él. Sin embargo, la relación será siempre cordial, incluso de mutua ayuda, casi de amistad. La bola de nieve que Staunton le lanzó un día empujó la vida de Ramsay en un sentido que jamás habría tenido de otro modo. A lo largo de la novela, la presencia de Boy siempre será decisiva para el narrador.

Las diversas etapas de la vida de Ramsay: sus cuidados y preocupación por el triste estado de la señora Dempster, su participación en la Primera Guerra Mundial, su heroísmo involuntario, su regreso al hogar, sus amores, su vida como profesor de Historia, todo es narrado con pasión y a la vez con un distanciamiento irónico, siempre ameno. Ramsay es un bicho raro y él lo sabe. Robertson Davies sabe imprimir a su historia la fuerza y la belleza necesarias para no dejarnos salir de sus páginas.

Os recomiendo calurosamente la lectura.

 

5 comentarios

isabelbarcelo -

La verdad es que suena muy interesante. Lo apuntaré. Me gustan estas historias con matices. Besos, querida amiga.

Gabriela -

Así es, Ferre, la 'trilogía de Deptford'. Voy a ir a buscar la segunda novela (Mantícora) en cuanto tenga un momentín. Ya os contaré.
Abrazos.

Ferre -

Cuando leí la reseña que se hacía en Babelia (creo recordar) hace unas semanas, pense que el libro tenía buena pinta. Y tú me lo confirmas... así que a apuntarlo en mi lista.

Por cierto, por lo que leí allí, creo que era la primera parte de una trilogía. ¿Es así?

Saludos,

Ferre

Gabriela -

Feliz viaje, Fernando.

fgiucich -

Tampoco había indigado sobre escritores canadienses. A mi regreso del viaje lo leeré. Gracias por la sugerencia. Abrazos.