LLuvias torrenciales
La interminable, espectacular lluvia de estos días en Catalunya, me ha recordado un poema de uno de los grandes poetas mexicanos, Rubén Bonifaz Nuño, también traductor, y durante muchos años, director de la Bibliotheca Graecorum et Romanorum Mexicana, magnífica colección de textos clásicos editada por la UNAM, en la que Bonifaz ha sido profesor e investigador.
FUEGO DE POBRES
Nadie sale. Parece
que cuando llueve en México, lo único
posible es encerrarse
desajustadamente en guerra mínima,
a pensar los ochenta minutos de la hora
en que es hora de lágrimas.
En que es el tiempo de ponerse,
encenizado de colillas fúnebres,
a velar con cerillos
algún recuerdo ya cadáver;
tiempo de aclimatarse al ejercicio
de perder las mañanas
por no saber qué hacerse por las tardes.
Y tampoco es el caso de olvidarse
de que la vida está, de que los perros
como gente se anublan en las calles,
y cornudos cabestros
llevan a su merced tan buenos toros.
No es cosa de olvidarse
de la muela incendiada, o del diamante
engarzado al talón por el camino,
o del aburrimiento.
A la verdad, parece.
Pero sin olvidar, pero acordándose,
pero con lluvia y todo, tan humanas
son las cosas de afuera, tan de filo,
que quisiera que alguna me llamara
sólo por darme el regocijo
de contestar que estoy aquí,
o gritar el quién vive
nada más por ver si me responden.
Pienso: si tú me contestaras:
Si pudiera hablar en calma con mi viuda.
Si algo valiera lo que estoy pensando.
Llueve en México; llueve
como para salir a enchubascarse
y a descubrir, como un borracho auténtico,
el secreto más íntimo y humilde
de la fraternidad; poder decirte
hermano mío si te encuentro.
Porque tú eres mi hermano. Yo te quiero.
Acaso sea punto de lenguaje;
de ponerse de acuerdo con el tipo
de cambio de las voces,
y en la señal para soltar la marcha.
Y repetir ardiendo hasta el descanso
que no es para llorar, que no es decente.
Y porque a la verdad, no es para tanto.
Rubén Bonifaz Nuño, Fuego de pobres, en De otro modo lo mismo, México, FCE, 1992.
8 comentarios
angel -
Saludos....
Gabriela -
Un abrazo.
Paco -
Gabriela -
fgiucich -
Gabriela -
¡Diana! Qué gusto verte por acá. Con tanta luvia me acordé del verso "Llueve como para salir a enchubascarse"y se me antojó mucho poner el poema en el blog. Un besote.
Diana -
Te mando un gran saludo.
pies diminutos -