La elegancia del erizo, de Muriel Barbery
Mi compañero de Departamento, Gonzalo, me ha regalado esta deliciosa novela francesa. No se trata de nada especialmente profundo o logrado desde el punto de vista narrativo, pero sí es una historia peculiar, la del encuentro de tres personas diferentes: la portera del edificio sito en el 7 de la calle Grenelle, Renée Michel, lectora insaciable y erudita oculta; Paloma, la niña superdotada de los Josse, y el japonés Kakuro Ozu.
Lo de menos son las disquisiciones de la portera sobre temas filosóficos (la autora es filósofa). Lo más interesante resulta el entramado que se forma entre esos exiliados, entre los que podemos incluir a Manuela, la criada portuguesa, única amiga de la señora Michel.
La historia de esta amistad, basada en la exclusión del mundo burgués, no pasa de la superficialidad. La niña quiere suicidarse y quemar el inmueble, la señora Michel quiere esconderse de los otros tras la apariencia anodina de una portera normal, porque no quiere ser molestada en sus estudios; Kakuro, a través de su amor por Tolstoi, reconoce a Renée como una igual (en su diferencia), y es la única habitante del inmueble que le interesa, aparte de la estudiosa de japonés y niña superdotada, Paloma, con quien establece una alianza.
Desde el punto de vista puramente narrativo, la obra no ofrece sorpresas más allá de una variación del punto de vista bastante predecible.
Es una novela que ganó el premio de los libreros franceses en 2007 y vale la pena leerla. Es entretenida, tierna e irónica.
Muriel Barbery, La elegancia del erizo, ed. Seix Barral, Barcelona, 2008. (Traducción de Isabel González- Gallarza).
4 comentarios
Gabriela -
susanasol -
un abrazo
Gabriela -
Arrazos.
fgiucich -