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El rey con el corazón de alondra

El rey con el corazón de alondra

Felipe el hermoso (Felipe IV de Francia), nació en 1268 en el castillo de Fontainebleau, del matrimonio de Felipe III con Isabel de Aragón y murió a los 46 años de un accidente de caza. Destacaban en él dos características: la belleza y armonía de su cara y cuerpo, y la obstinación y rigidez de su carácter, por lo que también se le llamó el rey de hierro
Casó a los 16 años con Juana de Navarra, con la que tuvo siete hijos. Le sucedieron tres de sus hijos, Luis X, Felipe V de Francia y Carlos IV, y con ellos terminó la dinastía de los Capeto, cuyos restos descansan en la basílica de Saint Denis. Su hija Isabel casó con Eduardo II, rey de Inglaterra. Ella, en colaboración con Mortimer y con el apoyo de Francia, encarceló al rey y lo mandó matar, por sodomita, en 1327, antes de hacerse con la regencia del reino. Christopher Marlowe escribió una tragedia sobre este hecho y Derek Jarman hizo una película basada en la obra del dramaturgo inglés.
Felipe ataca a los templarios y consigue acabar con su poder. Jacques de Molay, gran maestre de la Orden, acabó siendo quemado en París y según se cuenta, maldijo a Felipe y a su dinastía y predijo la muerte de sus tres poderosos enemigos en menos de un año: el propio Felipe el Hermoso, el Papa Clemente V (Papa francés, instalado por Felipe en Avignon), y el burgués Nogaret, mano derecha del rey de Francia. Cuando en efecto murieron los tres en menos de un año, se comenzó a hablar de la dinastía de los "reyes malditos".
He comenzado a leer la serie de novelas históricas escritas por Maurice Druon (de la Academia Francesa), que escribió 7 libros sobre estos reyes Capetos.
En el primer volumen (El rey de hierro), se cuenta que al morir Felipe el Hermoso y extraerse su corazón para ser llevado al monasterio de Poissy, pudo observarse que se trataba de un corazón muy pequeño, como el de una alondra.
Saquen ustedes sus conclusiones.

Maurice Druon, Los reyes malditos ( 7 volúmenes), Barcelona, Byblos.


8 comentarios

Gabriela -

Me han hablado de esta novela de Matilde Asensi: gracias por las dos recomendaciones.
Un saludo muy cordial, Scaramouche.

Scaramouche -

Hay una novela de ficción histórica titulada Iacobus, escrita por Matilde Asensi, en la cual se habla de la famosa maldición del último gran maestre templario.

El caballero de la orden de San Juan Galcerán de Born investiga, junto con su aprendiz si las muertes de los tres enemigos de De Molay son a causa de una maldición o de calculados asesinatos. No está mal, pero me quedo con El Último Catón.

Gabriela -

Querida Isabel, aún no he terminado la serie, es más, sólo he leído los tres primeros volúmenes. Espero terminarlos para hacer la reseña. Comenté esto del corazón del rey porque me pareció un detalle muy curioso. Besos.

Víctor Manuel, se dice que el corazón tenía el tamaño de un corazón de ave porque era el corazón del rey, no se podía hacer otro símil... Saludos.

Carlos, el poder, siempre el poder...Saludos.

Ferre, en el caso del señor de Molay sería un pajarito frito!
Abrazos.

Ferre -

Es lógico que el tipo tuviera el corazón del tamaño del de una alondra: ¡menudo pájaro era!

Claro que, pensándolo bien, el señor de Molay también lo era: un pájaro de mal agüero.

Visto lo visto... ¿estás segura de estar leyendo sobre los Capetos y no un tratado de ornitología? Anda, vuelve a mirar la portada del libro :-)

Saludos,

Ferre

Carlos -

He dado un largo paseo por este mundo tuyo, con el que he visto amanecer. Y he acabado aquí, en esta imagen de un rey que escoge a las alondras y las cuelga de la mano que le deja libre el ejercicio de la crueldad. Me ha recordado aquella imagen de los nazis obligando a sus perros judíos a tocar sus instrumentos -"que suene más dulce la muerte", decía Celan- para acompañar a los que cavaban las zanjas en que iban a ser arrojados después que un tiro les descerrajara la nuca...La vida está lleno de estos ejemplos sublimes de la contradicción del alma.

Víctor Manuel -

Es un detalle inquietante, aunque el hecho de que se escogiera la alondra como símil --y no otro animal pequeño, como un sapo, por ejemplo-- ya dice algo.

isabelbarcelo -

Me fascina la idea de un corazón de alondra, algo que, en cambio, está reñido con la idea, tan poco romántica, de que se tratara de un rey cruel. Te ha faltado decir, querida amiga, si el libro que has leído es bueno y merece la pena leerlo. Besos, guapa y feliz fin de semana

fgiucich -

Siempre escuché decir los Capetos "malditos" y recién hoy puedo saber , realmente, el por qué de la maldición. Abrazos.