Malditos... maldita tú y maldito el mágico Polaco con su cálido frío de ginebra y su forma de enredar el tiempo y la tristeza. Malditos por hacer resurgir sentimientos que no creía ya ahí, de cuando éramos nosotros los locos que inventaron el amor, cuando ví una estrella fugaz y en lugar de pedir un deseo dije su nombre, y sonaba ésto mismo en el radiocassette del coche en la noche más oscura y más brillante que recuerdo.
La esposa de Piazzolla era Laura Escalada, toda una voz. Era cantante de ópera y locutora de radio antes de irse con él a París y dejarlo todo. Dijo alguna vez el propio Astor que fue gracias a ella que tuvo fuerza para seguir adelante. Normalmente no tengo mucha simpatía hacia la figura de la "mujer abnegada", pero el caso de Laura me parece especial, me parece una persona grandiosa.
Gabriela -
Yo tampoco conozco la biografía de Piazzolla, Fernando, pero me encantan su música y las interpretaciones de Goyeneche.
Me inclino reverente ante esta canción de Buenos Aires, como le gustaba a Piazzola que dijeran de sus composiciones. Tuve el privilegio de escuchar la primera versión, no por el Polaco, sino por la ex mujer de Piazzola que ahora no recuerdo el nombre (se me corrió el coágulo), cuando los "especialistas" lo hicieron trizas en la crítica, pero que prendió como reguero de pólvora en el gusto popular. Abrazos
3 comentarios
balcius -
La esposa de Piazzolla era Laura Escalada, toda una voz. Era cantante de ópera y locutora de radio antes de irse con él a París y dejarlo todo. Dijo alguna vez el propio Astor que fue gracias a ella que tuvo fuerza para seguir adelante. Normalmente no tengo mucha simpatía hacia la figura de la "mujer abnegada", pero el caso de Laura me parece especial, me parece una persona grandiosa.
Gabriela -
fgiucich -