Alexander Calder o el arte como juego
Cuando mi hija Paulina era pequeña, solíamos ir los domingos a ver los títeres en el Turó Park, el teatro infantil en la Fundación Miró, conciertos vespertinos de una hora de la Radiotelevisión española los miércoles en el Palau de la Música Catalana, y visitar las galerías del Barrio Gótico.
Miró, Picasso o Alexander Calder son artistas que un niño percibe muy bien. Son artistas puros, artistas coloridos, artistas que conservan su alma de niños.
En la desaparecida galería Maeght, sita en la calle Montcada, vimos una de las exposiciones más bonitas: la de Alexander Calder. Ahí estaban los famosos móviles, los estábiles, y también artefactos artísticos mecánicos, motorizados, que como los autómatas del Tibidabo (que también visitábamos ocasionalmente), resultaban fascinantes. Finalmente, nos quedamos a ver un corto precioso: el del Circo de Calder, filmado en 1966 por Carlos Vilardebó.
Hace unos días, Paulina y yo fuimos al CCCB, museo que es de nuestro gusto, y en su bonita librería encontramos el DVD del famoso Circo, aquel que habíamos visto, tantos años atrás, en la Maeght. Naturalmente, se lo regalé. Pauli me lo ha traído y lo he podido disfrutar de nuevo.
Alexander Calder nació en Filadelfia, USA en 1898, hijo y nieto de escultores. Se diplomó en Ingeniería Mecánica en 1919 y en 1923 entró en la Art Students League de Nueva York. Trabajó como ilustrador y en 1925 el periódico le encargó las ilustraciones de los espectáculos del circo Ringling Bros. Esta tarea de dos semanas despertó en él la fascinación por el tema circense de modo que, trasladado a París en 1926, creó su Circo Calder, una performance en la que intervenían figuras construidas con alambre y mediante el que el artista se presentó a Mondrian, Léger, Arp, Man Ray, Duchamp y otros artistas de la vanguardia parisina y que fue presentado en el Salón de los Humoristas de París en 1927.
Las figuras están hechas artesanalmente, articuladas, y están llenas de gracia y de humor. El león que se come la cabeza del hombre con la cabeza de corcho, el lanzador de cuchillos que hiere accidentalmente a su partenaire y los camilleros que rápidamente hacen su aparición para llevársela, la rápida sustitución de la víctima por una segunda señorita, igual de engalanada, las caquitas de los animales, rápidamente recogidas por el propio Calder con su recogedor y su escobita en miniatura, y la precisión de los movimientos de los jinetes, o de los equilibristas y trapecistas. La misma pista del circo, hecha con maderitas pintadas, las alfombritas, los animales: perros, leones, caballos, elefantes… Y Calder disfrutando como un niño, anunciando las atracciones, utilizando el silbato, marcando el ritmo de la función, disfrutando cada segundo del papel de Maestro de ceremonias...
El creador de los famosos móviles (esas estructuras poético-musicales cuya abstracta belleza es hechizante), y estábiles que podemos encontrar en México, Caracas, Nueva York o Barcelona integrándose en el paisaje urbano con sus geometrías que semejan dinosaurios, flamencos, rinocerontes o elefantes (moles que no son masas), el pintor de guaches con colores vivos y rotundos que recuerdan a Miró o a algunas piezas africanas (en sus figuras en blanco y negro), nos pone en contacto con el arte en su versión lúdica. Juego y disfrute del arte: risa, movimiento, color, asombro infantil, intergración del arte en forma de pureza.
(La Magie Calder. Trois filmes de Carlos Vilardebó.Les Films du Paradoxe.)
Mi hija ha recordado en su blog la visita que hicimos a la galería Maeght sobre calder (tierna criaturilla)
6 comentarios
Gabriela -
Esto de las visitas va poco a poco, ya verás que en unos meses va entrando mucha más gente. Hay que tener paciencia e ir perseverando con los posts. Ah, y me han dicho que "Sin City" es hiperviolenta, asíq ue cre que tus padres hacen bien. No toca todavía. No te preocupes. Yo sí te dejaré leer mi reseña (pero en secreto eh, shhshshsh).
Saludos.
Ramon -
Te escribiré con frequencia.
Por cierto: Yo tambien quería ir a ver "Sin City", pero mis padres "de momento" no me dejan.
Recuerdos.
Gabriela -
Un beso y gracias por tu visita.
Ramon -
Por cierto la película Big Fish a mí tambien me encanta.
Recuerdos.
Gabriela -
Besos.
Magda -
Me hiciste recordar cuando hacía lo mismo con hijo...
Besos