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Educación y enseñanza

Una historia de familia, 2ª Parte: Mi familia y yo. Recurso pedagógico para 1º y 2º de Secundaria

Una historia de familia: Frida Kahlo. Recurso pedagógico para 1º y 2º de Secundaria

Mi nuevo recurso para Castellano de Refuerzo

Mi nuevo recurso de Literatura en inglés

Mi nuevo recurso de Literatura Francesa (siglos XIX y XX)

El uso de las TIC-TAC en la enseñanza del Castellano

 

Escribí esta memoria hace un par de meses para las oposiciones a cátedra de Instituto y espero que ayude a orientar a otros profesores.

(Para ver a pantalla completa hay que pinchar el icono ’Fullscreen’)

 

 

Los libros de texto digitales

Los libros de texto digitales

Hoy aparece la noticia de que algunas editoriales impulsarán, a partir de diciembre, los e-books o libros electrónicos a través de librerías o internet por medio de códigos de descarga. Lo hace algún tiempo parecía imposible hoy es posible. Desde hace unos años, amazon. com o Sony lanzaron al mercado los famosos lectores, el más conocido, el Kindle, que puede albergar varios cientos de libros en su memoria. Los que amamos el libro y lo consideramos un invento inmejorable no creo que nos sintamos muy afines a la idea, pero, bajo ciertas circunstancias (por ejemplo, un viaje), no voy a negar que llevar con nosotros una amplia biblioteca en un cacharrito de 20x 20 cms. puede resultar apetecible.

En cuanto a la escuela (el Instituto, en mi caso), hemos recibido ya las primeras ofertas para implantar el libro de texto electrónico. Enmarcado en el Pla de Millora de Centre (Plan de mejora del Centro-Educativo-), este proyecto podría ser viable y sobre todo, sería extremadamente económico para las familias. Me explico: en España nunca ha existido un proyecto de libro gratuito, como sí lo hay, por ejemplo, en México. Inexplicablemente, ningún gobierno español ha optado por asumir el gasto de los libros de texto (supongo que por la resistencia de las poderosas editoriales y por otras consideraciones de tipo económico, y no educativo). Como consecuencia, este es un gasto ingente para las familias que, año tras año, se gastan unos cientos de euros en ’equipar’ a sus hijos. No quiero pensar en cuánto gastan aquellas familias que tienen muchos hijos, a pesar de que en algunas escuelas e Institutos se ha establecido el reciclaje de libros, que pasan de unos a otros con el fin de ahorrar algún dinero a los padres. Generalmente son las AMPAS (Asociaciones de Padres), las que organizan e implementan este servicio.  

El coste de los libros de texto digitales de todas las asignaturas va de 15 euros a 30 euros, según las distintas ofertas de las nuevas editoriales digitales. Sí, habéis leído bien: de ¡15 a 30 euros!

Si el estudiante desea impreso algún libro, el monto es de 3 euros por ejemplar. Sí, de nuevo habéis leído bien. La impresión, naturalmente, es en blanco y negro, pero es impresionante el bajo coste. 

En una sociedad en crisis económica, es obvio que comprar un mini- ordenador (200-300 euros) individualmente, o alquilarlo (leasing) por medio de la escuela y pagar estos 15-30 euros por los libros de texto digitales ahorraría muchísimo dinero a las sufridas familias. Ahora bien ¿es posible instaurar el libro digital en las escuelas o institutos españoles? De momento, no lo es.

El problema es la infraestructura de los centros. Es imposible conectar a la vez a 100 alumnos. Y un centro de primaria o un Instituto tienen muchísimos. Es lamentable, pero el ancho de banda no da para tanto. Parte de los atractivos de estos libros son su interactividad y sus imágenes dinámicas, lo que hace que cada una de sus páginas sea ’pesada’ y tarde en desplegarse en su totalidad. Las conexiones de los Institutos y de los colegios de primaria son, tristemente, muy precarias. Los servidores no aguantarían. Por lo tanto es necesario que el gobierno, en el caso nuestro, la Generalitat, ponga manos a la obra y consiga que la potencia de nuestros servidores pueda con la enorme demanda de megas que necesitaríamos para proceder a incorporar estos libros interactivos. Es decir, habría que gastar ¡ Ups! El gobierno de la Generalitat tendría que invertir para que los padres pudieran ahorrar.

Ay, ay, ay, ay, ay.

El gobierno no va a gastarse ese dinero cuando los sufridos padres tienen asumido el gasto por libros.

Seguramente, en el Colegio Alemán o el Liceo Francés o el Colegio Japonés sí puedan hacer el cambio y ahí envían a sus hijos ¿verdad?

Pues eso.

 

Un trabajo con mis estudiantes de 1º de ESO: El Jardín Secreto

En 1º de ESO concluimos los trimestres haciendo el análisis narrativo de una película. La vemos, la analizamos, delimitamos el tema, la estructura: prólogo (si lo hay, como en este caso), planteamiento, desarrollo, desenlace. Describimos a los personajes y discutimos sobre los valores de la obra. Es entretenido y enseña. Aquí os presento nuestro último trabajo, sobre El Jardín Secreto, de Agniezka Holland, película sobre una novela homónima de Frances Hodgson-Burnett. Espero que os guste. Está dividido en dos partes: en la primera expongo las principales características del relato cinematográfico y la metodología que seguimos. En la segunda, mis estudiantes (12-13 años), escriben sobre su personaje favorito. 

Para ver este trabajo a pantalla completa, debéis pinchar en el icono que está justo a la derecha del número de páginas que contiene la presentación.

 

 

 

 

Vacaciones escolares, una propuesta de racionalización

Como (casi) todos saben, me gusta mi trabajo, pero debo decir que necesitaba desconectar. Mi trabajo, desde el punto de vista físico, no es cansado. Como máximo, subo y bajo escaleras y cruzo  varias veces el patio que separa un edificio 1 hacia un edificio 2. Comprendo bien que es infinitamente más cansado conducir un bus urbano durante 8 horas, y me siento una privilegiada social por no tener que hacerlo. Lo que no comprendo es el porqué están tan mal vistas las vacaciones escolares. La escuela produce, a profesores y alumnos, fatiga. A los alumnos, porque padecen un horario implacable: atención durante 30 horas semanales; a los profesores, porque debemos atraer esa atención durante 18 horas semanales a un auditorio variopinto, constituido por ese pequeño universo de seres con distintos niveles de inteligencia, de interés por los estudios, de educación y de cultura familiares; atención que varía según las horas del día ( no es lo mismo dar clase a las 8 de la mañana que a las tres de la tarde), y atención que uno se debe ganar minuto a minuto y que requiere una actitud alerta, un interés que no desfallezca, una creatividad incesante (pues no hay mayor enemigo de la atención que la monotonía), y todo eso produce fatiga emocional.

Nunca he comprendido por qué, en España, se tiene tan mala imagen de los profesores y especialmente, por lo que toca a las vacaciones. No lo comprendo porque los padres también se fatigan mucho, y tienen, algunos, la desfachatez de proclamarlo ante sus vástagos, tras una semana de tenerlos en casa.

Nuestra labor es muy delicada y cansa. Necesitamos renovarnos, desconectarnos de todas las exigencias que nuestro trabajo nos demanda. El calendario de vacaciones actual es tan imperfecto, tan dilatado, tan absurdamente católico...Nos obliga a esperar una Semana Santa que a veces llega cuando ya no podemos resistir más el aluvión de controles, reuniones de evaluación, de Departamento, de Pedagógica, y distribuye mal nuestros periodos de vacaciones.

Los padres trabajan, lo sabemos, pero ¿acaso no trabajan también los franceses? y sin embargo, sus vacaciones son racionales, mientras que las nuestras van por donde Dios manda (literalmente), siguiendo las fiestas de un calendario católico que no debería mandarnos nada, puesto que se supone que vivimos en un estado laico. Cuánto mejor sería tener libres una semana cada dos meses, y un mes en verano. Por supuesto que soy consciente de que en España hace demasiado calor en el verano, que deberíamos tener aire acondicionado en las clases para poder llevar esto a cabo. El estado se gastaría mucho dinero en ello pero creo que se ahorraría muchos fracasos. Deberíamos también hacer conscientes a los padres (que hasta ahora se piensan que la escuela es un aparcamiento de niños y adolescentes), de la necesidad de descansar en periodos más cortos y compensar eso con un mes de trabajo más en verano. Los padres anhelan acortar las vacaciones estivales, pero jamás se plantean, que yo sepa, hacer unas vacaciones bimestrales en vez de trimestrales. 

Cuando se plantea el tema de las vacaciones, la sociedad española tiende a menospreciar la fatiga emocional de profesor y de sus alumnos, y se despacha a gusto hablando de holgazanería o de privilegios. Tengo una amiga en Suecia, país en el que todos los padres deben dar quince días de clases al año. Yo propondría una medida similar. Que cada padre o madre hiciera una semana de clases en un grupo al que no fuera su hijo/a. Esta medida (que podría hacerse como crédito variable), sería perfecta para que la sociedad en su conjunto comprendiera nuestra necesidad de vacaciones.

Por supuesto, hablo utópicamente. Ningún padre, ninguna madre aceptaría. 

Fórmulas

Fórmulas

Estaba yo esperando el bus para ir a Barcelona, cuando una mujer de unos 50 años se acercó a mí y me espetó : ¿"Todavía no han venido"?

Me quedé mirándola, atónita.

1. ¿Hay alguna razón por la que una persona se dirija a otra sin mediar primero una fórmula introductoria, como:

a) Buenos días, buenas tardes, buenas noches... (según la hora del día).

Y/ o

b) Disculpe (o Perdone) (o ¿Sabe usted...?).

2. ¿Es tan difícil colocar un sujeto en una oración? Ejemplos:

a) Los autobuses... ¿han venido ya?

b) Mis amigas (whoever they may be)...han venido ya?

c) Sus amigas (si es que fuésemos conocidas, claro)...han venido ya?

d) Los tormentos del infierno... ¿Han venido ya, dado que al parecer nada más ha venido?

 

Y después dicen que los jóvenes no tienen educación.

 

Aclaración: esta señora ¡NO ERA UNA INMIGRANTE RUMANA!

(Lo digo por los racistas que siempre se meten en estas cuestiones mencionando a la ’plaga’ de Egipto que somos para ellos los inmigrantes).

Exabruptos

1. Muchos imbéciles se creen muy listos.
 
2. Otra de las causas de la caída en picado de la educación en España fue la decisión de abrir la puerta de los Institutos a los maestros de primaria.  
 
 
 

Profesión

Profesión

Algunos de los problemas que tengo con los demás pueden deberse a que en el fondo, no respeto a mucha gente. No es que los desprecie, simplemente, no los respeto. En el ámbito profesional, como le decía ayer a un compañero a quien quiero mucho, a quien le debo mucho y a quien admiro, Joan Estarlich, no soporto a esos colegas que viven devorados por la rutina, repitiendo mil veces desde hace años los mismos conceptos, utilizando las mismas fotocopias, dejando los mismos ejercicios, haciendo las mismas lecturas, ajenos a las nuevas tecnologías y en general, inmunes a todo aquello que signifique un esfuerzo por renovarse, por entusiasmar a los alumnos.

 

Algunos profesores vienen al Instituto como si fueran a cumplir una condena.

 

Unos, porque se sienten demasiado 'divinos' para estar ahí. Piensan que saben demasiado y que sus alumnos, simplemente, no están a su altura. Renuncian entonces a transmitir eso que saben, no encuentran el sentido a su trabajo, deambulan cariacontecidos por los pasillos, no puedo imaginar su situación ni por qué son incapaces de comprender que los alumnos quieren saberlo todo. Nuestros alumnos están dispuestos a aprenderlo todo, a interesarse por todo lo que podamos enseñar. Pero, obviamente, para eso hay que amar lo que se enseña, hay que echar los restos, hay que mostrar la pasión que nos devora, lo que amamos: mostrarlo y darlo. Es así de simple.    

 

Otros se quejan continuamente ¿quejarse de qué, me pregunto? ¿no han escogido su profesión? ¿no son nuestros alumnos personitas educadas y encantadoras que se rifarían por cualquier Instituto de las cercanías de Barcelona? 

 

Sinceramente, un trabajo duro es estar 8 horas sentado en una cabina, conduciendo un autobús o un metro. Un trabajo duro es construir una calle, con el ruido, el traqueteo de las máquinas, el frío y el calor... El nuestro es un trabajo variado, cambiante, anti rutinario; un trabajo de comunicación, de relación, de interacción, de retroalimentación constante. Creo que pocos trabajos son tan estimulantes ( y conste que no hablo ya de las vacaciones, porque no quiero que me manchen el blog con la tomatada). 

 

Nuestro trabajo nos empuja a estar al día. Nunca se acaba lo que aprendemos de nuestra especialidad y de nuestros alumnos. Es un trabajo de constante regeneración mental y espiritual. Estamos en contacto con los jóvenes, con su inocencia, su pureza, su dolor, sus sentimientos, sus vivencias, sus angustias, sus anhelos, sus carencias, sus alegrías, sus ilusiones, su descubrimiento del mundo. Estar en contacto con ellos, revivifica.

 

Quien no se da cuenta de esto debería, sencillamente, dedicarse a otra cosa. 

 

 

 

 

 

Fin de curso

Ayer terminó el curso, momento de melancolías y nostalgias. Me despido de los alumnos que han estado conmigo dos años. He disfrutado con ellos, he padecido (especialmente, su ortografía), y me he nutrido de su alegría, de su juventud airosa y a veces, de sus entusiasmos. Estar con ellos es siempre para mí una lección de vida.
Pero el trabajo no termina hoy. Ya se prepara el próximo curso. El mío es un trabajo de esperanzas.

Sobre Internet como herramienta de estudio y de trabajo en el aula (TIC)

Sobre Internet como herramienta de estudio y de trabajo en el aula (TIC)

Algunos  de mis lectores ya sabrán que intento introducir el uso de Internet en el aula como herramienta de estudio, y que Ensenyament me da dos horas semanales para ello. Se aprobaron 50 proyectos, entre los que estaba el mío, para impulsar este uso.

En verano asistí a un curso de 15 horas muy instructivo en la UPC, en el que nos pusieron en contacto con una serie de herramientas útiles. Algunas las había utilizado y las conocía (como la revista web de Centro, el blog, el power point, la web-quest), y otras no, pero sobre todo, me fue muy útil conocer el trabajo de otros colegas, porque en realidad yo he estado en contacto con gente de fuera, precisamente a través de Internet, pero muy poco con la gente que trabaja en Cataluña seguramente porque mi trabajo se ha hecho en el ámbito del español, y no en catalán. De modo que el curso fue muy enriquecedor. El lunes pasado (11 de diciembre) y continuando aquellas Jornadas, asistí a una conferencia de Daniel Cassany, profesor de Teoría del Discurso de la Universitat Pompeu Fabra. Al instante recordé aquel curso que nos vino a dar Anton van Dijk a El Colegio de México que tanta satisfacción me dio y tanto me aportó profesionalmente.Cassany no decepcionó  Después, pasamos a  exponer los logros y dificultades de nuestros proyectos ya en petit comité.

Como no soy política, yo me centré más en los problemas y en lo didáctico, mientras que mis compañeros, más experimentados en estas lides, se centraron en los logros y las peticiones de maquinaria informática. Soy tan políticamente incorrecta que hasta  me molesto conmigo misma (después) y no puedo evitar preguntarme por qué demonios soy como soy. Ésta es una de las razones de mi fracaso en el mundo universitario español: me falta mano izquierda. En fin, a lo que iba: Yo había escrito previamente un informe de las actividades del primer trimestre y pasé a exponerlo. Mis conclusiones son pesimistas. Encuentro una resistencia tremenda ante Internet como herramienta de trabajo y de estudio. Para mi sorpresa, la mayoría de los compañeros que hablaron explicaban que en sus centros todos o casi todos estaban entusiasmados con su uso y lo usaban profusamente en clase. Me dieron envidia, primero, y luego me pregunté si eso sería así, en verdad. Afortunadamente, nos coordina una profesora que ya conocí en las Jornadas de verano, Laia Martín, que creo que tiene mucho entusiasmo y que no es una especialista ni una política, sino como yo, una profesora que se apasiona con su trabajo y trata de mejorar constantemente. Esa fue la impresión que me dio.

Hace tiempo publiqué aquí un artículo, que tuvo cierta difusión,  sobre las pobres condiciones de trabajo en mi Instituto con relación a la falta de ordenadores o de cañones de proyección. Hoy, que a causa del proyecto nos han enviado nueve cañones con sus respectivos ordenadores, la situación no ha mejorado en el fondo, porque el profesorado prácticamente no los está utilizando. Ya en aquel artículo, señalé que uno de los problemas acuciantes era esta indiferencia, esta apatía de muchos profesores. Ahora lo he ido comprobando. Las conclusiones de mi trabajo son éstas:  

         a) Mi impresión es que hay un gran número de profesores reacios a utilizar internet en el aula (alrededor de 45-50); un número regular de profesores ( alrededor de 20), dispuestos a aprender su uso, pero inseguros en cuanto a su capacidad o al tiempo de dedicación que tienen para hacer documentos propios, es decir, inseguros sobre su propia capacidad para utilizar las herramientas de Internet en el aula, y un pequeño número de profesores que poco a poco se van iniciando en este uso ( unos 6 ó 7), y que van progresivamente intentando pequeñas incursiones didácticas y de trabajo colaborativo con los alumnos en sus cursos actuales.

Mi propuesta ha sido que desde los departamentos se estimule a que los profesores lleven a cabo al menos una unidad didáctica para ser utilizada con TIC La poca implicación del profesorado es preocupante. Considero que muchos profesores, no sólo los de mayor edad, tienen una actitud de desinterés, basada, probablemente, en un desinterés más generalizado en su profesión. Desmotivados en términos generales, inmersos en rutinas obsoletas. Cuya aspiración máxima es no trabajar demasiado, hacer las cosas fáciles. Algunas frases como ‘ Yo tengo una familia y no tengo tiempo para esto’ o ‘ Yo soy un profe clásico: de pizarra y tiza’ se repiten en cuanto se ofrece una tutoría sobre TIC.

Considero que esta actitud, bastante generalizada, debería alertar a Ensenyament sobre el descontento interno o la apatía de muchos de los profesores que tienen contratados indefininidamente. 

Por otro lado, que profesores interinos o sustitutos no se impliquen con este trabajo, que no nos engañemos, es arduo, es más comprensible. Su situación de inseguridad es absoluta y la perspectiva de las pocas plazas ofrecidas con relación al número de aspirantes los hace concentrarse únicamente en las tareas de preparación de oposiciones, hecho que no se puede reprochar.

 

b) En cuanto a los medios, creo que desde Ensenyament se debe priorizar el uso de Internet en el aula dotando a cada aula de un proyector y de un ordenador. Y no sólo dar 9 ‘kits’. Es poco, es insuficiente.

    

Este proyecto durará tres años. Yo espero que en ese tiempo esta impresión mía cambie, y que mis compañeros comprendan la importancia que tiene introducir esta herramienta como algo cotidiano, normal en sus clases. Que se preocupen por hacer sus propios materiales (porque cada uno de nosotros tiene su opinión, su punto de vista sobre las cosas, su prioidades sobre lo que sabe más importante o indispensable en cuanto al tema que enseña), o que acudan a trabajos ya elaborados -porque otra de las ventajas de internet en el aula es que hay mucho material al alcance de todos-, es un arma colaborativa, democrática. Y sobre todo, que se den cuenta de que usar internet no significa simplificar conocimientos, sino que nos ayuda a seleccionar lo mejor, a profundizar en el conocimiento, como antaño lo hizo la imprenta frente al manuscrito...

¿Cuál es el sentido de la enseñanza?

¿Cuál es el sentido de la enseñanza?

 

 

 

Rejas. Cámaras. Máquinas lectoras de tarjetas. Miedo a la libertad.
Las escuelas se convierten en búnkers. Los profesores en policías y guardianes.
No importa, a nadie parece importar si el estudiante estudia o aprende. Lo que importa es dónde está en este momento ¿Está controlado? Todo va bien, entonces.
¿Quién se pregunta por el conocimiento? Acabarán surgiendo sectas secretas de iniciados. Ahora la pregunta es ¿Cuál será la sanción si…? O ¿Cuándo prescribe la falta?
La calidad de la enseñanza es un concepto al que se ha extraído todo el significado. Entre los países de la UE, España ocupa el furgón de cola ¿Por qué? Yo lo sé. Porque no se piensa en lo importante. Se piensa, sobre todo, en lo accesorio, en lo que no tiene nada que ver con la Enseñanza. Se piensa en horarios, se piensa en cómo seguir dando las mismas clases 30 años después, con los mismos medios, los mismos recursos: es más cómodo. Se piensa en las listas de asistencia, se piensa en los castigos, se piensa en cómo vigilar mejor. Se gasta el (poco) dinero en “seguridad”.
Se habla del bien de la comunidad. De hecho, el único bien sólo puede extraerse pensando y actuando como individuo. Sólo el individuo estudiante puede, pese a todo, decidir que estudia, que aprende, que saca provecho de su estancia vigilada en el nuevo penal, en el penal moderno en que se ha convertido la escuela.
Y sólo el profesor como individuo, decide, pese a todo, dedicar todas las horas posibles a enseñar y a aprender para enseñar mejor. Sólo el individuo decide que dedicará tiempo a eso que, dentro de la comunidad “educativa” (en realidad, “comunidad represiva”), no interesa: conocer, transmitir conocimiento, amor al estudio, curiosidad por el mundo y por los hechos, creaciones y conceptos del hombre.

 

 

 

 

Frustraciones profesionales con relación al uso de internet en la enseñanza

Frustraciones profesionales con relación al uso de internet en la enseñanza

Dar clase como en el siglo XVII. Ésa es la sensación que tengo cuando me coloco de pie ante mis alumnos e intento dinamizar mi clase hablando casi toda la hora, moviéndome, escribiendo en la pizarra (como lo hicieron mis maestros hace 50 años), con la misma tiza y el mismo borrador...cambiando el tono de mi voz, haciendo algún que otro chiste, llamando al atención a quien se distrae o habla... explicando con la mejor intención de amenidad cosas abstractas o cosas culturales: historia, o moda, o costumbres de las épocas que nos toca tratar.

Hay poco dinero público para dotar las aulas, pero también hay poco interés por parte de los centros educativos. Nunca comprenderé por qué hay centros que dotan a sus profes de PDA para pasar sus listas, para poner sus notas, que tienen pizarras electrónicas, y otros que no tienen absolutamente nada. Debo decir que en mi Instituto, como en muchos otros, no tenemos nada de eso. El Instituto consta de tres edificios, y en dos tenemos ¡un aula multimedia! Cuando por fin se consigue estar en esa aula, resulta que no va internet, que el servidor se ha caído o estropeado, que el ratón no tiene pilas o no funciona el cañón de luz. Desesperante.

¿Cuál es la dotación necesaria para que tengamos una conexión a internet en cada aula? En este ordenador portátil desde el que os escribo, tengo recursos didácticos para dar varios años de clases interesantes, con imágenes, esquemas, poesías seleccionadas, enlaces que aportan mucho a los conocimientos que debo transmitir, música de la época, tan importante para conocer la poesía oral... pero de nada me sirve, porque no puedo utilizarlos. 

El primer obstáculo es la falta de conciencia de la mayoría de los compañeros sobre este medio como medio educativo. Oyen la palabra ’internet’ y parece que oigan: basura y pornografía. Algunos ni siquiera saben cómo escribir un e-mail, otros, conocen este medio únicamente por los chats, tan denostados. De modo que de la población profesoril, sólo un pequeñísimo número es consciente de la utilidad y de los recursos que se pueden extraer utilizando internet en la enseñanza. El impulso que se da al conocimiento de las nuevas tecnologías es mínimo desde la administración, y además, la inercia hace que solamente algunos de entre los más jóvenes puedan interesarse por esto o tengan interés por aprender las cuatro cosas que se necesitan para utilizar recursos de la red.

Por otro lado, desde la dirección de muchos centros tampoco se contempla la utilización de internet como prioritaria. Se gastan mucho dinero inútil en papel: fotocopiar los anuncios de claustros, reuniones o informaciones varias constituye la práctica común. No sólo se trata de una práctica antiecológica ( y eso que con denuedo se prohibe fumar en la sala de profes o en otro lugar del Instituto por no contaminar al resto del personal), sino que el uso abusivo del papel ni siquiera se ve como un gasto inútil.

En mi Instituto, dos personas trabajan en la web del Instituto que es, con mucho, sobresaliente entre las otras webs de Instituto que he podido conocer. Su trabajo no sólo no es apreciado por los demás compañeros, que ni siquiera abren la web, sino tampoco por los padres, que la visitan poco, y solamente los alumnos la consultan con fines de información de matrícula y otras cosas de tipo burocrático, principalmente. Tanto Joan Estalrich como Carles Ferrer son dos personas voluntariosas y capacitadas, que ven con resignación o con pena cómo su trabajo es infrautilizado por todos los sectores que conforman el Instituto (dirección, profesores, padres, alumnos).

Por lo que a mí toca, me siento únicamente respaldada por ellos dos en mi lucha por conseguir que el manejo de las TIC sea normal en la enseñanza. Por mi edad, supongo que ya no lo veré. Lo que hago, (mi blog educativo, o las noticias que envío a la web del Instituto), lo hago en solitario, careciendo de todo apoyo institucional o de mis compañeros del departamento, que creo que ni siquiera han abierto el famoso blog. Sé que muchos de mis compañeros no se toman en serio mis opiniones al respecto y que opinan que es una más de mis excentricidades o rarezas. De modo que solamente puedo recibir satisfacciones fuera del ámbito de trabajo, lo cual es preocupante.

Mis alumnos de Primero de Bachillerato B han respondido muy bien al uso (externo, forzosamente) del blog. Pero este uso no se hace en clase, sino fuera de ella, lo que limita su interés a los aledaños de la asignatura y no incide directamente en la enseñanza que podría yo impartir, de tener los medios para ello.

Es una pena.  

 

 

Mis condiciones de trabajo y la supervivencia de la arañita que puebla mis canas

Mis condiciones de trabajo y la supervivencia de la arañita que puebla mis canas

¡Volver a empezar! Me alegran muchas cosas. El reencuentro con ciertos compañeros míos, y sobre todo, el trabajo con mis alumnos. Pero ¡ay! en cuanto empiezo a trabajar, me siento oprimida por las condiciones desfavorables. Y como me he acostumbrado a contaros mis cosas, hoy me me vais a permitir que os explique las condiciones en que "trabajo". En realidad, mi trabajo está dividido en dos partes, el de dar clases en esas aulas frías en invierno (al menos en las primeras horas de la mañana, porque la calefacción es pésima y anticuada) y tórridas cuando empieza el calor (porque aire acondicionado no tenemos). La segunda parte de mi trabajo consiste en preparar clases y diseñar mis propuestas, corregir, buscar bibliografía, etc. A pesar de que tengo que permanecer en el Centro, según la ley ( yo me quedo en el Instituto muy obediente), ese trabajo no lo hago ahí, lo hago en casa. Y ahora os explicaré por qué.

Mucha gente no es consciente, cuando se habla de dar clases, del mucho tiempo que se requiere para prepararlas y para corregir. El problema es ¿Dónde y en qué condiciones se hace ese trabajo?
Cuando estuve estudiando en Wisconsin, cada uno de mis profesores de High School tenía un despacho y, al lado, un aula. Los alumnos se desplazaban para ir de una clase a otra, mientras que aquí somos los profesores los que nos desplazamos y a veces también ellos, "en busca del aula perdida". En USA mis profesores tenían en su despacho todos sus libros, su máquina de escribir (aún estaban comenzando los ordenadores), y su cafetera. Su teléfono, sus fotos familiares. Eso es ideal. No soy una defensora de la educación en USA. La encuentro mucho peor que la nuestra, pero esas condiciones de trabajo, para un profesor, son óptimas. Otra cosa es que un alumno pueda salir con un graduado de su Bachillerato habiendo aprobado materias como "Economía doméstica" "Patinaje en hielo" y "Pastelería II" y apenas sepa leer y escribir, pero aquí no voy a ocuparme de los programas.
En México, país que todo mundo considera tercermundista, mis profesores tenían departamentos, como nosotros, con sus mesas de trabajo, sus máquinas de escribir, sus teléfonos y sus salas de profesores. Pero no estaban obligados a trabajar en el Centro, de modo que los departamentos no eran propiamente, despachos. Mis profesores de la Preparatoria (el equivalente al Bachillerato) y de la Secundaria iban a clase y se iban y nadie les pedía que trabajaran ahí, porque ¿lo que importa no es que uno trabaje? Lo de menos es dónde, sobre todo si en el dónde que ellos designan uno está en la inopia.
El problema de nuestros institutos es que se pretende que esas horas de preparación y revisión de ejercicios y trabajos se lleven a cabo en departamentos mal acondicionados, con un (y digo bien, un) ordenador antediluviano, que por tanto debería ser llamador de aquí en adelante el ordenador. Si se quiere tener un buen ordenador es el departamento el que tiene que comprarlo y con el dinero que recibimos eso es inviable. Todas las fotocopias que distribuimos a los alumnos, todos los cartuchos de nuestra impresora, toda la papelería que gastamos, los libros que compramos para el departamento, los devedés... TODO sale de ese presupuesto de unos 800-900 euros para Clásica y Castellano, de aquí a marzo, en que nos vuelven a "dotar". Somos 5 profesores y atendemos a todos los alumnos de ESO y Bachillerato. Mi cálculo es que , de aquí a marzo, nuestro departamento puede gastar un euro por alumno ¿Increíble? Kafka "Where art thou?"
Carecemos de espacios propios para cada departamento (en la sala de trabajo de mi especialidad convivimos tres departamentos: Lengua Catalana, Lengua Castellana y Clásicas y Lenguas Extranjeras (Inglés, Francés y Alemán). Diecisiete o dieciocho personas. Un ordenador del año de la pera que los de Informática ya no usan ( perdón, el ordenador), un teléfono, muchos libreros repletos (ya no queda ua sola pared libre), y no tenemos ni siquiera una mesa de trabajo personal. La razón es obvia: no cabrían 17 ó 18 escritorios en el espacio que ocupamos.
Yo pregunto ¿es lícito pedir que se trabaje de esta manera, cuando el profesor no tiene ni un escritorio propio donde guardar sus cosas? Cuando llegas, despliegas tus libros, libretas de notas, apuntes, tus devedés, tus cedés de Joan Manuel Serrat cantando a Miguel Hernández, tu bolso. Cuando te vas, recoges. Llevas la casa a cuestas como los caracoles. No os quiero contar las colas que se forman cuando hay que usar el ordenador. Imaginaos el lío. ¿Y cuando se acaba la tinta de la impresora? ¿qué departamento va a comprar los cartuchos? Afortunadamente, no todos mis compañeros utilizan el ordenador, pero por ley de Murphy, cuando lo necesito, siempre hay alguien. Debo esperar.
El teléfono está casi siempre monopolizado por mis compañeros de Lenguas Extranjeras. Ellos hacen intercambios con el extranjero en varios cursos y a veces, escuchándolos, me pregunto si estoy en un Instituto o en una Agencia de Viajes. Pero cuando nosotros necesitamos salir (al teatro, generalmente) y debemos llamar para concertar las obras, las fechas y los autobuses ¿con qué teléfono? Además, durante mucho tiempo, ese teléfono (que no dudo en calificar de fatídico) tenía la misma línea que la de la Prefactura de Estudios, por lo que al descolgarlo siempre pillabas alguna conversación ajena. Debías colgar y esperar una vez más a que el otro acabase su gestión.
Muchas de esas horas crío telarañas. Esperando, mis cabellos se vuelven grises, una arañita teje pacientemente sus telitas en ellas. Me aburro o me peleo por tratar de conseguir al menos un escritorio y su correspondiente silla para aguantar la espera leyendo, pero no puedo leer porque con tanta gente siempre hay conversaciones, y los españoles gritáis mucho al hablar: es imposible concentrarse. Por fin, consigo coger el ordenador para bajarme unos ejercicios, algunos sonetos o una pintura que ilustre la época de la que estoy hablando, mientras aseguro a alguna compañera que no voy a tardar mucho en dejarle libre el ordenador y respondo a los tres alumnos de ESO que desde la puerta me preguntan si ha llegado el profesor de Educación Física ¡"No tengo ni idea"! Y entonces, el servidor se cae. xtec es el servidor más caído de la red ¿Y si busco algo en Google Me riñe, me lleva al Google didáctico de xtec. Ay ¡si al menos yo diese lengua catalana! Pero de castellano nada, casi nada, un desierto, ay Señor. Paciencia. Al menos la arañita que anida en mis canitas teje feliz.
Finalmente, decido trabajar en casa. Y así lo hago. Me voy a la cafetería y me tomo un café o me paso por la sala de profes fumadores, para echarme un pitillo. En mi casa tengo mi biblioteca, mi ordenador de última generación (ejem), mi música, mi privacidad, mi intimidad. No tengo la sensación de trabajar en medio de un sitio público donde concentrarse o trabajar es imposible o muy difícil. Al salir del Instituto deposito mi arañita en algún lado. Ella también tiene que moverse para sobrevivir.

NB:Os prometo que el lunes sacaré una foto de mi departamento, para que veáis que no miento. Hoy me conformo con pediros que reviséis bien mi pelito, espero que mi arañita haya pasado a tejer su telita en la cabeza de algún colega que esté esperando el turno al ordenador, al escritorio o al teléfono.

La educación en España de 1960 hasta hoy

La educación en España de 1960  hasta hoy

“a).- 1960 (enseñanza tradicional)

Un campesino vende un saco de patatas por 1.000 ptas. Sus gastos de producción se llevan a 4/5 del precio de la venta.

¿Cuál es su beneficio?

b).- 1970 (enseñanza tradicional)

Un campesino vende un saco de patatas por 1.000 ptas. Sus gastos de producción se elevan a 4/5 del precio de venta, esto es, a 800 ptas.

¿Cuál es su beneficio?

c).- 1980 (enseñanza moderna)

Un campesino cambia un conjunto P de patatas por un conjunto M de monedas. El cardinal del conjunto M es igual a 1.000 ptas. Y cada elemento vale 1 Pta. Dibuja mil puntos gordos que representen los elementos del conjunto M.

El conjunto F de los gastos de producción comprende 200 puntos gordos menos que el conjunto M. representa el conjunto F como subconjunto del conjunto M y da la respuesta a la cuestión siguiente:

¿Cuál es el cardinal del conjunto B de los beneficios? Dibuje B con color rojo.

d).- L.O.G.S.E.

Un agricultor vende un saco de patatas por 1.000 ptas. Los gastos de producción se elevan a 800 Ptas. Y el beneficio es de 200 ptas.

Actividad: subraya la palabra ‘patata’ y discute sobre ella con tu compañero.

e).- La próxima reforma de ZP

El tío Ebaristo, lavriego burges latifundista espanyol i intermediario i catolico es un Kapitalista Kabron insolidario y centralista q saenriquecido con 200 pelas al bender espekulando un mogollón d patatas’.

Analiza el testo, vusca las faltas de sintaxis, dortografia, de puntuacion.

Si no las bes no t traumatices q no psa nda.

Envía unos sms a tus compis comentando los avusos antidemocraticos d Ebaristo i convocando una manifa espontanea n señal d protesta. Pásalo”.