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Algunos actores favoritos

Todo el mundo sabe que tengo gustos raros. Por gustos raros entiendo que me gustan los libros y las pelis que poca gente ha leído o visto, y que me fijo en autores o actores o actrices o directores que no son precisamente ’populares’. Algunas veces esto me resulta simpático, sentirme así, tan exótica para los demás (incluidas mis hijas o mis mejores amigos). Y para que consta una vez más de ello, aquí os va una lista ’rara’, como yo misma: la de actores no muy conocidos o no muy populares que a mí me encantan y que han actuado en películas que considero relevantes:


* Tim Robbins en Código 46 de Michael Wintherbottom (2003) y La vida secreta de las palabras de Isabel Coixet (2005). Un actor larguilucho y desgarbado, con una sensibilidad a flor de piel.

* Ciaran Hinds, un actor irlandés, en Persuasión (1995) y El alcalde de Casterbridge . Por cierto que para que se vea que todo es inescrutable, Wintherbottom filmó majestuosamente una versión adaptada de El mayor... con Sarah Polley, co-protagonista de Robbins en la peli de Coixet, con el nombre de The Claim. Tal vez Ciaran os suene porque ha sido el Julio César de la serie Roma.

* Alan Rickman en Sentido y sensibilidad de Ang Lee ( 1995) y en Tierra de armarios, con Madeleine Stowe , de Rahda Bharawdaj (1991). Aparte de sus actuaciones, me encanta su voz.

* Miguel Ángel Solá en Fausto 5.0 (2001) y La playa de los galgos, de Mario Camus ( 2002). Me gusta su sobriedad y su talante concentrado.

* Pascal Greggory en Gabrielle y en La reina Margot, ambas de Patrice Chéreau. A pesar de que ha tenido una época de crisis, lo encuentro un actor eficaz, con una gran presencia escénica y un carisma especial.

* Romain Duris en Arsène Lupin, Molière, o De latir, mi corazón se ha parado (2005). Es un actor cuya energía voraz traspasa la pantalla. Tiene una gran personalidad, que pone al servicio de su oficio.

* André Dussollier en La fortuna de vivir de Jean Becker, una de mis películas favoritas y Un corazón en invierno,de Claude Sautet, con el gran Daniel Auteuil. Ganó un César con On connaît la chanson, de Resnais. De él me gusta su ductilidad: todos los papeles que hace están bien hechos. Un actor sólido.

* Benôit Magimel en La pasión del rey y La dama de honor de Chabrol. Como Greggory, ha tenido el mérito de sobresalir al lado de ese monstruo de la pantalla que es Isabelle Huppert (Greggory en Gabrielle, Magimel en La pianista, ese Chabrol inolvidable...) Además, Magimel es hermoso como un dios griego.

* Klaus Maria Brandauer, en la trilogía centroeuropea de István Szabó: Mephisto, Coronel Redl y El Adivino.

* Bruno Ganz en Nosferatu de Werner Herzog y La marquesa de O de Eric Rohmer. Ambos actores frecuentan poco la pantalla: son actores de teatro. Pero ambos, cada vez que incursionan en el cine, dejan actuaciones memorables.

* Daniel Brühl en Salvador y Ladies in Lavender, con dos de las grandes damas del cine británico, Judi Dench y Maggie Smith, ahí es nada o Good bye Lenin. Una carita joven, un actor fresco y con gran capacidad, como ha demostrado encarnando a Puig Antich.

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